Violencia y Religión

Este será uno de los miles de artículos con este mismo nombre que se escriben desde los trágicos sucesos de Charlie Hebdo en París y de estos últimos días en  Copenhague. Voy a circunscribirme a las dos religiones mayoritarias de nuestro entorno geopolítico. Cristianismo e Islam. Poco sabemos de otras religiones reveladas como el hinduismo, pero las matanzas entre musulmanes e hindúes en India y Pakistán han sido sangrientas a lo largo de la historia. En el caso de las religiones ateas, como el budismo, menos redentores y más basados en principios para  la autoconstrucción del individuo, hay normalmente mucho menores dosis de violencia aunque también es posible documentar episodios de violencia en lugares donde el budismo alcanzó la categoría de religión de Estado.
Las violencias religiosas aparecen generalmente, cuando estas son elevadas a la categoría de religión de Estado, para afianzar la mutua legitimación, trono altar, y cuando los Estados se convierten en teocracias, adoptando los preceptos religiosos como leyes civiles, que es actualmente la tendencia más preocupante de los países musulmanes, junto a la aparición de acciones terroristas de caracter sectario, propiciadas por las interpretaciones extremistas del Islam. Cuando el diferente se convierte en  "el otro" y puede ser  impunemente atacado, perseguido y vejado, se abre entoces camino la violencia maligna.  En ese contexto es en el que se han producido los episodios más violentos de la historia amparados por la religión. Matanzas de protestantes, de católicos, de coptos, de armenios, matanzas de musulmanes suníes, chiíes, fatimíes, matanzas de cristianos por musulmanes y de musulmanes por cristianos y de musulmanes y cristianos entre sí.  Matanzas  y más matanzas a lo largo de la historia. Muchas negras Noches de San Bartolomé llenas de intolerancia e intransigencia.
¿Dónde radica entonces la actual diferencia entre el Cristianismo y el Islam? ¿Qué diferencia hay entre las sociedades en las que están implantadas  esas  dos religiones? La respuesta, en mi opinión  es clara.
Las sociedades occidentales, han estado sometidas en los últimos trescientos años a continuas transformaciones sociopolíticas que emanan de la Ilustración, y cuyo exponente máximo han sido las revoluciones liberales, aquellas que desde el punto de vista político y social, tomaron el poder en nombre del pueblo, poniendo fin a siglos de opresión de las castas nobiliarias y eclesiásticas. Las revoluciones liberales, que a través del sufragio universal y el parlamentarismo han construido los Imperios de la Ley y han forzado la separación de poderes entre el Estado y la Iglesia, en mayor o menor medida. (Concordatos aparte quiero decir)
Esta es la revolución pendiente en las sociedades islámicas. No ha habido proceso histórico modernizador de las estructuras sociales y políticas. No se han dado los movimientos culturales necesarios para esos procesos modernizadores, que en los países occidentales si han tenido lugar. No hace falta más que mirar a las falsas monarquías parlamentarias musulmanas, a las poco republicanas (en sus principios) Repúblicas islámicas, o a las opresivas y reaccionarias monarquías absolutistas del Golfo, para darse cuenta que ni tan siquiera la ostentosa acumulación de riqueza ha dado lugar a ninguna transformación ni modernización socio política, manteniéndose estructuras políticas y religiosas de arcaico feudalismo, y de costumbres religiosas y sociales denigrantes para las mujeres.
Sólo los gigantes asiáticos, Indonesia (el mayor país musulmán del mundo) y Malasia, cuentan con estructuras y partidos políticos moderadamente modernos entre los paise musulmanes, aunque el auge del radicalismo es imparable. Así lo demuestra el hecho de que más de un ochenta por ciento de la población cree que la Sharia (Ley islámica) debería ser elevada a la categoría de Ley civil.  Aunque pocos países (Arabia Saudí e Irán entre otros) tienen  actualmente implantada la Sharia, el apoyo a su implantación  en el mundo musulmán es muy revelador http://www.elmundo.es/elmundo/2013/04/30/internacional/1367349275.html
Sólo puedo recordar un caso en el que un movimiento laico y liberal, haya laicizado una sociedad islámica. Lo hizo un masón, Kemal Ataturk, en la Turquía de comienzos del siglo XX. Y allí sigue su obra, acosada más que nunca por los radicales islamistas, pero aún firme sobre los principios constitucionales laicos que les dio el Padre de la Nación Turca,  Aita Turk.

                                                                                                     Donostia Febrero 2015
                                                                                                                   IZ

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