Muchas cosas si funcionan

Son tiempos de recortes y de penalidades económicas. Una avalancha de noticias negativas nos rodean todos los días, nos envuelven y nos transmiten la sensación de que todo se derrumba a nuestro alrededor. De que no hay eperanza para el futuro. Pero no es así. A pesar de la innegable crudeza de la situación económica y social, y de la avalancha de recortes que ha traído con ella,  muchas cosas  siguen funcionando bien, y devolviéndonos  con su trabajo, la confianza en nuestros ideales humanistas y en el funcionamiento del Estado de Bienestar.
Hace diez días, sufrí un infarto agudo de miocárdio en mi casa de Donostia. Desde que comenzaron los dolores, hasta la llegada de una primera ambulancia, apenas pasaron cinco minutos. Tras los primeros auxilios, y comprobarse la gravedad del ataque, sólo pasaron otros cinco minutos hasta la llegada de una nueva ambulancia, esta vez medicalizada. En todo momento, una persona de emergencias, se mantuvo al habla con mi mujer, sugiriéndole acciones que mitigasen mi dolor y su angustia, mientras llegaban las asistencias.
Que decir de la profesionalidad y el trato de los sanitarios y médicos que acudieron a mi domicilio, que más allá del desempeño de sus obligaciones profesionales, mostraron en todo momento un tono humano y cariñoso con todos nosotros.
El traslado al hospital y la admisión en urgencias fue rapidísima, de manera que ya me encontraba en la camilla de operaciones hemodinámicas, apenas treinta y cinco minutos después de la llamada, circunstancia capital que ha motivado, que a pesar de ser el segundo infarto, a pesar de que un coágulo había taponado completamente una de mis arterias coronarias, los daños en mi corazón hayan sido mínimos. Nunca , como en un infarto, el tiempo es oro.
No tengo palabras para calificar el trabajo y la atención que he recibido en el hospital Universitario de Donostia. Tanto en la Unidad de Cuidados Intensivos, en la que tuve que permanecer cuatro días, como posteriormente en planta de cardiológía del citado hospital. Profesionalidad, derroche de medios y de trato humano, han sido las constantes de los días pasados en este hospital de Osakidetza.
Hace unas semanas, en este mismo blog, hablaba de las politicas de inclusión social en Euskadi, que son modélicas a nivel del Estado. (http://izetacomunicacion.blogspot.com.es/2014/12/politicas-de-inclusion-social-en-euskadi.html)  Hoy tengo que decir que Osakidetza es una de nuestras joyas y que mantiene unos niveles de atención y de calidad, de los que como vasco, me siento orgulloso.
Gracias a todos los que lo hacen posible que uno de los pilares de nuestro sistema de bienestar, el Sistema Nacional de Salud, universal y gratuito, siga funcionando hoy de manera modélica. Hoy, más que nunca, debemos de ser conscientes de esta joya de nuestra convivencia. He de decir en honor a la verdad, que se notaban las restricciones fruto de la situación económica, pero al mismo tiempo, se notaba también en el trabajo de todos los profesionales, un gran nivel de compromiso para paliar en lo posible los efectos de esta situación.  Por todo lo dicho creo que es de justicia mi agradecimiento y felicitación a la Institución en su conjunto y especialmente a todas las personas que me trataron. Eskerrik Asko Bihotz Bihotzez

                                                                                                         Febrero 2015
                                                                                                         Iñaki Zuloaga

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