Acumulacion de riqueza

No puedo comenzar este año 2017 sin hacer referencia a uno de los conflictos capitales que se desarrollan en nuestro mundo globalizado. No es otro que  la tremenda desigualdad que poco a poco se va adueñando del planeta y que, queramos o no, será portadora de malas noticias para la convivencia a medio y largo plazo. Desgraciadamente ya lo es en muchos países del planeta y está detrás de muchas de las situaciones dramáticas que estamos viviendo. La pobreza empuja a los seres humanos por el camino de la desesperación y de la violencia.
Ochenta hombres, los más ricos del mundo, poseen  más riqueza que el 45% de la humanidad. Con este titular terrible ilustra Oxfam su informe "Una economía para el 99%" en el que se recoge de manera exhaustiva la situación  sobre desigualdades en el mundo en 2016 publicado este mismo mes de Enero. Los 1810 milmillonarios de la lista Forbes poseen el 70% de la riqueza del mundo.
 ¿Que nos está pasando?
El sistema económico está orientado al incremento exponencial de la riqueza de los que más tienen, mientras los que menos tienen ven sus ingresos congelados un año tras otro. Apenas tres dólares de avance registran los salarios medios más bajos del mundo en la última década, mientras que los salarios de los mejores remunerados casi se triplicaron.
En 2015 las diez mayores compañías del mundo facturaron por un importe superior a  los ingresos de 180 países en conjunto. En el mundo actual apenas diez empresas  de alimentación ostentan el noventa por ciento de las marcas comerciales importantes, las que representan prácticamente la totalidad del consumo mundial de productos de marca. Este ejemplo resume perfectamente lo que está ocurriendo en el mundo globalizado. Las Corporaciones lo poseen prácticamente todo y el esquema de las marcas alimentarias se reproduce a todos los niveles de la economía ya sean relativos a la propiedad de los medios de producción, de comercialización, de financiación, de información  e incluso  de socialización.

La situación es especialmente dramática en África donde la pobreza extrema se ha extendido sin freno a lo largo de todo el continente pero no debemos olvidar otras regiones del globo. En América Latina y Caribe, siete millones de personas han pasado a engrosar la lista de la pobreza y cinco millones han caído al nivel de indigencia. El continente asiático presenta también un panorama desolador en países como Vietnam dónde la persona más rica del país gana en un solo día el equivalente al salario de un trabajador medio durante diez años. En India un director de una gran firma tecnológica gana 416 veces más que un trabajador medio del grupo.

La situación es tremendamente peligrosa en términos de estabilidad social en el planeta y como decíamos al principio del artículo, sólo puede ser mensajera de violencias futuras que desgraciadamente van a afectarnos a todos, incapaces como vamos a ser de contener las mareas migratorias a las que la deseperación va a empujar a millones de personas en todo el mundo. 

Esta situación tiene también unas tremendas implicaciones políticas  puesto que ese control efectivo del mundo esta actualmente en manos de unas oligarquías multinacionales  que derivan ese  control  sobre los gobiernos nacionales  a través del endeudamiento bestial al que se ha conducido a los Estados mediante la socialización de las pérdidas sufridas por sus empresas durante la última crisis. 

Los riesgos globales para el planeta no son desdeñables y el Informe de Riesgos globales de 2017 señala entre ellos los siguientes:

   - Migraciones masivas

   - Hambrunas

  - Conflicto entre Estados

  - Terrorismo

  - Cyberdelicuencia

  - Fracaso en la gobernabilidad de los países.

Hay que empezar a concienciarse de que un cambio radical es necesario en el modelo económico del mundo y aunque nos parezca imposible, el futuro está más cerca de nuestras manos y de nuestros actos diarios que de lo que la propaganda de las multinacionales nos quiere hacer creer.

                                                                                                  Donostia Enero de 2017
                                                                                                                 IZ