Spanish Chiringuito

Eso es exactamente lo que es este país. Un chiringuito gigante, en el que los amiguetes de los estafadores y corruptos, de los evasores fiscales y de los defraudadores de Hacienda, se dedican a dar clases de ética ciudadana y a poner cara de compungidos miembros de la comunidad, mientras se pagan los caprichos con tarjetas opacas, o aún peor,  mientras cuentan los billetes de 500 Euros con el teléfono en modo "on".
¿Os parece excesivo? Veamos.
Ayer le bloquearon la cuenta corriente a Juanita, una simpática señora de 84 años, porque no había presentado el carnet de identidad "masterizado" según propias palabras. Luego Juanita descubrió con alivio, que sólo había que "digitalizarlo". Lo del dedo se ve que le resultaba más familiar. Luego, comprobado que no era una peligrosa evasora fiscal, ni una desalmada blanqueadora de capitales en paraisos fiscales caribeños o gibraltareños, a Juanita le permitieron recuperar el dominio de su exigua cuenta, en la que cobra una pensión de viudedad de 484,60 Euros. Incríble pero cierto.
Si amigos, es  el famoso  Spanish Chiringito, un anexo playero del no menos famoso Spanish Cortijo. Unos individuos con trajes ostentosos  y corbatas de grandes nudos, indispensables para envolver sus inmensos egos, han permitido que Juanita se quede sin cuenta corriente momentaneamente, sólo para que parezca que ellos son unos cruzados contra la ola de insolidaridad ciudadana que nos asola, en forma de evasión fiscal, de corrupción y de blanqueo de dinero. 
Primero, con toda la jeta, crearon la burbuja,  y se dedicaron a inflar los precios del suelo a base de cacicadas, dinero prestado de las Cajas y de prácticas bien conocidas por todo.
Luego se dedican a cobrar comisiones por todas las operaciones inmobiliarias, y con el dinero B, se dedicaron a abrir cuentas en Suiza, y a blanquear fondos masivamente en todos los paraísos fiscales conocidos en el planeta. Menos mal que para abrir cuentas en el extranjero no había que saber inglés. Bastaba con tener pasta. Con los restos se dedicaron a reparar las sedes del partido por un lado y a casar a las hijas en plan boda de estado por otro.
Una vez que la pasta estaba debidamente ubicada, lejos de la madre patria, había un inconveniente  Estaba lejos y costaba presumir. Había que  repatriarla. Pero ojo, no de cualquier manera. Había que hacerlo en condiciones. El famoso Spanish way. ¿Cómo se hacía esto? Fácil. Con una AFS. Es decir a base de una Amnistía fiscal secreta, que permitía traer la pasta  calentita, y en plan superoferta, a  un módico 10 por ciento. ¿Qué la pasta provenía de la mangancia, de la evasión y del blanqueo? ¿Qué tenía que haber cotizado al 50% en lugar de al 10%? Que más daba.  Si el país estaba anestesiado. Además Montoro podía cuadrar las cuentas, y  de regalo, presumir de que se están haciendo las cosas bien y contribuyendo al bien común.
¿Surrealista? No. La realidad pura y dura.
Todo esto ya está hecho y ahora toca el broche final. Después de la amnistía fiscal y con el dinero en casa, lavado, planchado y oliendo a suavizante, sin que nadie pueda recriminarte nada y fastidiarte el disfrute, se bajan los impuestos nuevamente y todos a dar palmas con las orejas.  
Y en la cárcel  toreros, camareros y tonadilleras.
¿Es o no es, el gran, el incomparable e inigualable  Spanish Chiringuito?
Yes it is, I´m afraid.

                                                                                                        Donostia Mayo de 2015
                                                                                                                     IZ

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