La Sharia

                               TEOCRACIA Y DOGMATISMO EN EL SIGLO XXI

La Sharia 

El conjunto de "formas de vivir" que emanan del Corán y de sus diferentes interpretaciones a lo largo de los siglos, influyen en la justicia islámica y se llaman sharia (el camino recto). La Sharia no es una ley escrita en forma de Código, ni es una interpretación única de las normas de vida en las comunidades islámicas sino una fuente del derecho en los países que la aceptan. No se aplica de la misma forma en todas las partes del mundo islámico y convive con las leyes civiles influyéndolas en diferente grado. Suele influir especialmente en el Código Penal (es la parte que más nos sorprende en occidente) y en la regulación de derechos de libertad de culto, pero afecta también a las obligaciones de los creyentes, al sistema educativo, a la forma de vestir e incluso a temas financieros . Entre los países cuya legislación está influida por ella, Afghanistan, Irán y Arabia Saudí se colocarían entre las interpretaciones más rigoristas de la sharia, y Túnez sería el estado menos riguroso donde la influencia de la sharia en las leyes civiles es casi nula. En medio un océano de combinaciones y de actitudes teocráticas de diferente grado, cómo en los gigantes asiáticos Pakistán, Indonesia y Malasia, donde el primero, aún dentro de un régimen constitucional, sufre una mayor influencia del rigorismo talibán, mientras que los otros dos países aplican un Islam suave dentro de una estructura de libertades de corte occidental. Lo normal es un sistema dual con legislación constitucional y diferentes grados de influencia de la sharia en las leyes civiles.

¿Es aceptable en términos de desarrollo humano permitir que la supuesta voluntad de un Dios revelado se coloque por encima de la palabra y la decisión de los ciudadanos, regulando sus vidas civiles aunque en términos objetivos o de derechos humanos lo que predica sea una auténtica barbaridad como cortarle la mano a un ladrón o lapidar a la mujer adúltera?
Para nosotros es evidente que no ¿Pero es tan evidente en los países musulmanes? ¿Qué opinan sus poblaciones respecto a que la Sharia regule sus vidas? El siguiente gráfico representa el porcentaje de población musulmana que apoya en esos países que la ley esté sometida a la Sharia. 

Bastante impresionante y alarmante también, pues en los países musulmanes, los propios musulmanes apoyan de manera mayoritaria el sometimiento a la ley divina. Así esta el sentimiento teocrático en el mundo.Este conflicto no es exclusivo de los países musulmanes y es bastante claro en países como Israel (la única democracia de su zona) donde los ortodoxos pugnan por imponer su visión teocrática en las estructuras políticas.

                                             La sharia es especialmente dura con las mujeres

Occidente vivió etapas teocráticas muy estrictas con instituciones tan dañinas y famosas como la Inquisición y el tránsito de la teocracia a las sociedades civiles actuales fue muy doloroso como se aprecia si se estudian las revoluciones liberales del siglo XIX. Recordar que la propia Constitución española de 1812, la famosa Pepa, pretendió designar a la católica como única religión de los españoles por los siglos de los siglos. Quedan además, en los países católicos especialmente, reminiscencias de la influencia teocrática en la legislación en forma de Concordatos, que regulan diferentes aspectos, que queramos o no, nos afectan a nuestras vidas, desde la educación hasta la regulación del matrimonio religioso pasando por el santoral que determina nuestros periodos de descanso. El cristianismo ha sido fuente de nuestro derecho de la misma manera que la sharia lo es de los derechos de las sociedades islámicas.
Las primaveras árabes han demostrado que no es posible imaginar en los países musulmanes unas revoluciones de corte liberal como las que se produjeron en Europa a partir del siglo XVIII y especialmente en el XIX y que la separación de la Iglesia y el Estado está muy lejana. ¿A que conflicto de civilizaciones nos conduce esta situación? El dogmatismo teocrático musulmán nos demuestra hasta donde están dispuestos algunos a llegar para imponer su visión del mundo a los demás. ¿Hasta dónde estamos nosotros dispuestos a llegar para defender nuestros valores democráticos y laicos?


                                                                                                 Donostia Noviembre 2016
                                                                                                                 IZ