La sociedad liquida de Bauman

ZYGMUND BAUMAN

Este polaco de origen judío nacido en 1925 en Poznan, es un intelectual prototipico del siglo XX, marcado a sangre y fuego por los conflictos ideológicos violentos y por la guerra fría. Filósofo y ensayista, sus tratados sobre Clases sociales, socialismo, holocausto, hermenéutica, modernidad, postmodernidad, consumismo, globalización o pobreza en la sociedad opulenta, dan buena cuenta de los intereses intelectuales de este hombre, que militó en el Partido Comunista polaco, pero tuvo que huir de Polonia por la política antisemita del comunismo polaco, y que en su periplo vital ha recalado en muchos países y enseñado filosofía y sociología en lugares como Canadá, Estados Unidos, Israel o Inglaterra donde fue profesor en la universidad de Leeds. 

LA SOCIEDAD LIQUIDA

Uno de los conceptos más interesantes acuñados por Bauman es el de Sociedad Líquida. Una metáfora, que trata de señalarnos con gran éxito, las transformaciones que esta sufriendo la sociedad capitalista en este tránsito a la postmodernidad, en la que los sólidos valores de la Ilustración se ven sustituidos por unos valores y relaciones basados más en la liquidez (como concepto financiero de beneficio y coste) y en la progresiva disolución (licuación) de esos valores. ¿Cuáles son los atributos que han permanecido y cuáles han cambiado en la sociedad capitalista? sería quizás la pregunta básica a la que quiere responder Bauman.

• El individualismo sería uno de los rasgos fundamentales de esta nueva sociedad, presidida por una precarización de las relaciones humanas que se vuelven transitorias y volátiles. Todo es líquido y cambiante y ya no hay ninguna solidez en los vínculos humanos.
• La peligrosa extrañeza del otro. El otro, la cosificación del diferente, el otro como portador de incertidumbre, de peligro, de alteración de lo cotidiano. Lo extraño irrita, desagrada, desconcierta y pone en peligro las líneas clasificatorias.
• Un tiempo sin certezas. Los individuos se encuentran sumidos en una vorágine de cambios que precarizan todos los fundamentos que antes dieron certeza a las existencias. Muere así el principio de solidez nacido de la Ilustración.
• Desvinculación. Renuncia a la planificación a largo plazo ante la falta de los sistemas de seguridad que antes protegían a los individuos. Olvido y desarraigo afectivo se presentan incluso como atributos del éxito. No hay compromisos ni lealtades. Todo se mide en base al beneficio, a la liquidez que produce en términos de interés.
• Decrepitud. Las comunidades son artificiales, líquidas, frágiles y desaparecen rápido si no hay un esquema de beneficio. Las sociedades postmodernas son frías y pragmáticas. Las expresiones ocasionales de solidaridad se deben a lo que se conoce como “Egoismo Común”(Richard Rorty).
• Desterritorializacion. El territorio tal y como lo concibieron los estados y las naciones cambia profundamente. El señuelo de la globalización y la omnipresencia de la tecnología de la comunicación desdibujan las fronteras y los territorios. Los poderes supranacionales se oponen a los tradicionales esquemas de poder de los estados.
• Adición a la seguridad y miedo al miedo. Producto de toda la precarización de los sistemas que dieron seguridad al individuo, el miedo a perder lo que se tiene actúa de retroalimentación de la la propia precarización. Los que controlan el volumen del miedo pueden moldear la sociedad a su gusto. Los individuos se mueven además en la paradoja de ser adictos a la seguridad mientras desconfían de ella.
• Mundos globalizados y policéntricos. Europa ya no es ni será el centro del mundo cómo en los últimos cinco siglos. Las nuevas y crecientes sociedades emergentes se sienten llenas de seguridad y autoestima y con un crecimiento vertiginoso de su ambición para ocupar su lugar en el mundo.
• La lógica del pánico se impone en las sociedades por el pésimo enfoque que se da al fenómeno del terrorismo global. Todo ello derivará en el fortalecimiento de las tendencias autoritarias.

Bauman no juzga lo que está pasando en la sociedad ni tiene recetas para cambiarlo, sólo se limita a observar desde sus noventa años de experiencia y a señalarnos los inevitables caminos por los que transitarán nuestras sociedades postmodernas alimentadas además por la fría lógica de las tecnologías omnipresentes.

                                                                                                          Donostia Abril 2016
                                                                                                                       IZ