Dile a Claudia que el médico recibe visitas

Así, con esta frase convenida, que provenía del punto 13 de las Instrucciones Preliminares para la siublevación,  se inició la Insurrección que encabezó el PSOE en Octubre de 1934 y cuyo objetivo no era otro que llevar adelante un verdadero golpe de estado contra la IIª  República. Esta frase en clave, activaba el protocolo de contraseñas, que trataba de impedir que órdenes falsas pudiesen interferir en las acciones.
¿La izquierda intentando dar un golpe a la República? El mundo al revés.
Juan de los Toyos en la proclamacion de la IIª República
                                    
Si. La culpa la tenía la situación política generada en el Estado a partir de las elecciones  a Córtes de 1933, que habían puesto fin al llamado Bienio Reformista (Voto femenino, Separación Iglesia-Estado, Educación gratuita, etc.) y daban comienzo al que luego se denominaría Bienio Negro. Las elecciones habían llevado al poder a una coalición entre el PRR de Lerroux y las derechas de Gil Robles, la famosa Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), cuyo sesgo fascista crecía cada día.
La reintegración a sus puestos de los militares monárquicos, la amnistía a los enemigos de la República, el restablecimiento de relaciones con el Vaticano y la revisión de múltiples decisiones adoptadas en el Bienio Reformista, fueron consideradas por la izquierda como una traición a la República.
Por todo ello el PSOE, en Enero de 1934, aprobó el proyecto de bases para la revolución que había redactado Indalecio Prieto, y que contenía, entre otras medidas, la nacionalización de la tierra, una reforma radical de la educación, la disolución del ejército y sus sustitución por una milicia democrática, la disolución de la Guardia Civil y una reforma tributaria. Toda una revolución comenzó a gestarse de la mano del PSOE  con "cierta" colaboración de comunistas y anarquistas, cuya implantación en Euskadi era absolutamente testimonial, aunque eran fuerte en Cataluña y en Asturias. Y esos fueron al final los lugares donde la revolución de Octubre tuvo mayor impacto, Asturias, Cataluña y Eibar como foco principal de la insurrección armada en Euzkadi, con alguna repercusión también en Arrasate- Mondragón. En  Cataluña, Companys se vió desbordado por los extremistas, anarquistas y comunistas, que le presionaron para proclamar la República Catalana y el movimiento tuvo que ser abortado por el ejército al mando del general Batet.
Asturias ha quedado en el recuerdo de estos sangrientos hechos porque fue allí, donde la revolución estuvo mas organizada. Tomaron parte más de 30.000 personas que disponían de abundante armamento y dinamita de las minas. y la situación adquirió una inusitada gravedad. El ejército tuvo que intervenir movilizando a más de 18.000 soldados a las órdenes del general López Ochoa y bajo la supervisión directa del futuro dictador Francisco Franco. Esta acción le valió ser nombrado jefe del ejército de África en primera instancia, y al llegar Gil Robles al frente del Ministerio de la Guerra, fue nombrado Jefe del Estado Mayor Central y la derecha entendió que la clave para su asalto al poder  estaba en el control del ejército. Lo demás es historia.
Pero ¿y nuestro pequeño Eibar? Qué pasaba por allí, en esa pequeña isla en la que se concentraron (con excepción de Arrasate)  los actos revolucionarios en Euzkadi.
Dile a Claudia que el médico recibe visitas, escuchó por el teléfono el presidente de la Agrupación Socialista eibarresa Juan de los Toyos y supo que era el momento de iniciar la rebelión. Era el 4 de Octubre de 1934. El PSOE eibarrés llevaba mucho tiempo preparando la acción con minuciosidad. La instrucción llegaba  horas después de la entrevista que Toribio Echeverría había mantenido en San Sebastián con el teniente de alcalde socialista en la capital, Guillermo Torrijos.  Enrique de Francisco a las seis de la tarde, reunió en la biblioteca de la Casa del Pueblo de Untzaga a los jefes de grupo. Iban a ser enttre veintiuno y veintitrés, pero sólo aparecieron dieciocho. Quince del PSOE ("Capitán Rojas", Francisco Lanas, Lucio Sarasqueta, Luis Azcúnaga, Pedro Ecenarro, Gabino "Querido", Feliciano Gastaminza, Jose María guisasola, Benigno Bascaran, José Ariznavarreta, Gregorio Mendoza, Juan Portu, Florencio Betolaza, José López, y Pablo Ecenarro) y tres comunistas, "Juan Palabras" "Ochandiño" y Lorenzo Larena.
A primera hora de la noche llegó la orden de San Sebastián de iniciar la insurrección a las cuatro y media de la madrugada del día 5 de Octubre. La Guardia Civil patrullaba las calles de Eibar para evitar robos de armas y municiopnes en las fábricas. La Guardia Civil ya había informado a la Comandancia de la capital sobre movimientos extraños en la ciudad (Eibar recibió el título de ciudad en 1931 por haber encabezado la proclamación de la IIª República) pues los insurrectos habían comenzado a desempaquetar las bombas y a repartir municiones y armas, que tenían escondidas.
Las acciones comenzaron en la calle García Hernández (Calle Estación) donde un grupo de insurrectos atacó a la Guardia Civil que les había descubierto moviéndose en las sombras. Al grito de !Viva la República! y !Mueran los traidores! (consignas de reconocimiento) los revolucionarios obligaron a los Guardias Civiles a retirarse al Cuartel. 
El Cuartel de la Guardia Civil fue asaltado a las cinco de la mañana desde diferentes puntos. sobre todo desde atrás, desde la zona de Bolingua. Este asalto era clave en la estrategia ya que en el cuartel se gusrdaban nada menos que 1.500 fusiles ametralladores. Desde San sebastián dónde ya estaban alertados de la sublevación se envió a Eibar un carro con ametralladora, pero el asalto continuó pues el carro ametrallador tardaría más de dos horas en cubrir el trayecto desde la capital.
Mejor suerte corría de momento el grupo que asaltaba el Banco de Pruebas en Txantxa Zelai. Tomaron el edificio sin problemas y se apoderaron de las armas que estaban all guardadas. Doscientas sesenta y nueve armas cortas, ciento sesenta y seis armas largas incluyendo carabinas y más de diecinueve mil cartuchos. Este grupo que no encontró resistencia comenzó a trasladar el armamento hacia el Ayuntamiento. En esta acción murió Pedro Guerricabeitia un jóven de diecinueve años a resultas de un disparo accidental al manipular las armas para su traslado. Estas armas fueron repartidas posteriormente en la Plaza de Unzaga, que en aquél tiempo se llamaba Plaza de la República. 
En otro frente se inició la requisa de armas a la Sociedad Española de Armas y Municiones (SEAM), Esta empresa era un depósito de armas y municiones propiedad de dos alemanes, Thieme y Edeler. Estos alemanes, que habían llegado a Einar tras la Iª Guerra Mundial para traficar con armas, estaban completamente integrados en la vida de Eibar e incluso hablaban euskera. La escuadra acudió al domicilio de Thieme para que les acompañase a requisar las armas, pero en un descuido de los asaltantes, el alemán consiguió llamar a la Guardia Civil. La importancia del deposito que contenía más de 4.000 armas y un millón de cartuchos y balas, obligó a hacer a la Guardia Civil una salida desesperada del cuartel que estaba siendo asediado en aquellos momentos. Diez efectivos consiguieron romper el cerco y atravesar las líneas de los sublevados en la Calle Estación. En la confusión de la llegada de la Guardia Civil, Thieme sacó su pistola y a consecuencia de sus disparos murió el militante de las Juventudes Socialistas, Sebastián Landa e hirió gravemente a otro miembro de las Juventudes, Victor Orueta. El asalto al depósito de armas quedó de esta manera frustrado.
En aquellos años el tráfico ferroviario era muy importante ya que además de la línea Bilbao-San Sebastían funcionaba desde Malzaga la línea del Urola hasta Zumarraga. Mas de cuarenta y ocho trenes diarios circulaban entonces por Eibar. De ahí la importancia de controlar las vías del tren. Una escudra de sublevados tiroteó el tren de las ocho de la mañana en Azitain y consiguió detener el convoy aunque en el mismo viajaba una pareja de la Guardia Civil que repelió la agresión y consiguió hacer huir a los asaltantes. En cualquier caso las vías fueron saboteadas y se impidió el tráfico ferroviario. Una pequeña fuerza de Guardias Civiles y Guardias de asalto trató de llegar hasta el Ayuntamiento en una locomotora pero hubo de regresar ante la avalancha de disparos y bombas de mano que recibió.
Pero hacia el mediodía las cosas comenzaron a torcerse. Las noticias que llegaban a Eibar eran descorazonadoras pues la sublevación había fracasado en la mayor parte de España. No se conocía la situación de Asturias pero las noticias de Cataluña tampoco auguraban nada bueno. Además las tropas enviadas por el Gobernador Civil desde Vitoria estaban a punto de llegar a Eibar y la situación era desesperada para los revolucionarios. Las voces que pedían una rendición empezaron a cobrar fuerza.
A las dos del mediodía se reunieron en el bar Barrena, junto al Ayuntamiento, Juan de los Toyos, Toribio Echeverría, Jacinto Galarraga, Tiburcio Eguía y Teodoro Lluch, este íltimo del Partido Comunista y decidieron proponer el fin de las hostilidades. El plan era cesar en las hostilidades, convocar una huelga general mientras los mas comprometidos huían  por el monte, por la zona de Kalamúa camino de Francia. Tras muchas discusiones Toribio Echeverría subió al balcón del Ayuntamiento con bandera blanca y se dirigió a los congregados en la plaza.
Diversas negociaciones con la Guardia Civil y con el ejército recién llegado, llevaron al fin de la sublevación y a la huída al exilio de decenas de militantes socialistas y algunos comunistas. Aparte de los seis o siete fallecidos en los combates (hay discrepancias entre investigadores) los que quedaron en Eibar se enfrentaron a una durísima represión, con 172  encausados en el Consejo de Guerra que se llevó a cabo contra ellos y que condujo a muchos de ellos a la cárcel, de la que no saldrían hasta practicamente el inicio de la Guerra Civil gracias a una amnistía. Muchos de ellos se enrolarían en el conocido batallón socialista Amuategui para luchar contra el golpe de Estado de la derecha fascista.

Dicen que con los sucesos de otoño de 1934 la izquierda perdió la legitimidad para condenar el golpe de Estado de 1936. ¿Vosotros que pensais'

                                                                                                      Donostia Octubre de 2015
                                                                                                                       IZ


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