Reflexiones ideológicas

 La llegada de nuevos grupos políticos a la primera línea de la gestión institucional y las próximas citas electorales que ya se vislumbran en el horizonte, han traído al debate público  las características ideológicas de los grupos que contienden en el foro político. En el lánguido mundo político de los últimos lustros, poblado de bipartidismo y desideologización, resulta muy interesante que resurgan con fuerza los debates ideológicos.
Y lo es, porque parecía que ese ente lejano y desconocido llamado el mercado por un lado,  las sacrosantas e ineludibles decisiones de tipo económico y financiero por otro, y las  recomendaciones  interesadas de organismos opacos y de funcionamiento más que discutible, como Banco Europeo, del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y demás camarilla  neoliberal, habían anulado completamente a las ideologías. Parecía que en todo momento había que  hacer, única y exclusivamente, lo que era conveniente para el mercado y no lo que es más conveniente para el ser humano.
El monetarismo, la teoría económica que soporta el neoliberalismo, la ideología del dinero (la masa monetaria) como instrumento, de la deuda como arma política, de los financieros como sacerdotes del nuevo dios, de  la falsa libertad de mercados, de los falsos valores de la desregulación, del falso humanismo del capitalismo popular, del calla y consume y de los guettos de ricos y pobres, no será desde luego la que ponga al ser humano en el centro de sus desvelos salvo para hacerle un yonqui del dinero y del consumo.
Muerto el Keynesianismo, la economía real, la que hacía cosas tangibles lejos de artificios financieros y de ingenierías de los swaps y otros pestilentes derivados financieros, sólo queda una reacción de la ideología frente al avasallamiento del mercado. 
Volver a hablar de ellas, de las marchitas  ideologías, volver a saber cuales son las  ideas de fondo  que nos mueven, volver a considerar el papel que juega el ser humano en nuestras decisiones políticas y económicas, es a todas luces una agradable novedad. Llega además en un momento adecuado, en una nueva encrucijada de caminos, en la que es necesario prguntarnos nuevamente qué somos y hacia dónde vamos.
No es verdad que todo sea igual, que todos sean iguales.
Hay una distinción fundamental entre los partidos es el modo en el que enfocan el equilibrio en la ecuación  que tiene en uno de sus lados la generación de riqueza, y en el otro su distribución. De este equilibrio fundamental nacen las decuisiones que deben de configurar la política real.
No se puede repartir lo que no se crea, y las políticas de reparto sin creación solo conducen a la espiral de deuda tan habitual en muchas de las políticas  que no prestan la suficiente atención a la necesidad de crearla, creyendo posible vivir en una espiral de deuda.
Hay que crear riqueza y ser activo en el apoyo a los agentes económicos que la impulsan. Pero además tampoco sirve crear cualquier riqueza. No vale, o creo que no debe valernos, la riqueza especulativa derivada de los grandes poderes financieros.
Es más sana una riqueza industrial pegada a la tradición del país, una riqueza económica que va acompañada de una riqueza cultural, como la que genera la industria a través de la colaboración necesaria de los agentes productivos, comerciales,educativos, investigadores y sociales. Una riqueza sólida en el tiempo.como la que  se ha desarrollado  en Euskadi con evidente éxito en los últimos treinta años. Es por ello que el PIB industrial de Euskadi duplica la media del Estado.
En Euskadi no se ha olvidado de la justicia social. Nunca ha dado la espalda a la distribución equilibrada de la riqueza. No solo a través de los instrumentos típicos del Estado de Bienestar. No sólo a través de una educación libre, universal y gratuita, no sólo a través de un Servicio Nacional de Salud  universal y gratuito, sino a través de interesantes y novedosos instrumentos de políticas de prevención de la exclusión social y de lucha contra la pobreza, de las que nuestra comunidad ha sido pionera en el Estado. 



                                                                                                 Donostia Julio 2015
                                                                                                                  IZ 

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