El Caballo de Troya. Reflexiones sobre Catalunya

Como catalán consorte, que mantiene una relación cotidiana con lo que acontece en Cataluña, he vivido la zozobra  democrática de los últimos meses con expectación, la deriva del procés durante las últimas semanas con indignación y las medidas del gobierno de España con asombro y preocupación.

Para quienes hemos vivido la historia de la restauración democrática desde el principio, lo que está sucediendo ahora en Cataluña, es una clara consecuencia de la forma incompleta en la que se realizó la transición democrática. La transición fue incompleta, porque la esencia de la transformación de aquella sociedad franquista en una nueva sociedad democrática, necesitaba de una clarificación más profunda de las reglas de juego, especialmente de los temas asociados a las diferentes soberanías populares que coexistían en el país 

Primó el posibilismo y la supervivencia, siempre con la amenaza latente, de un ejército plenamente franquista. Primó el cortoplacismo de los partidos, deseosos de consolidar sus aparatos,  sus estructuras de poder, y su asalto a las prebendas de la gobernanza. Primó la improvisación y la inmediatez del pensamiento. No hubo paciencia para realizar un cambio profundo en la estructura del Estado, parasitada en todos sus estamentos por el franquismo.

Todos los líderes de los partidos gobernantes en aquellos primeros años de la Transición eran conscientes de este caballo de Troya pero quisieron arriesgarse al amparo de la mejora objetiva de sus propias posiciones respecto a la noche de la represión. "Más adelante haremos las reformas", pensaron, pero se acomodaron a su mejor vivir y lo fueron dejando. Todo se consolidó finalmente al entrar en Europa, última gran oportunidad de reformar el Estado en profundidad sin la amenaza del ejército. La derechona nunca pensó en hacerlo. El Psoe no quiso hacerlo.Los demás no podían hacerlo.

¿Que han hecho los políticos catalanes, durante los últimos treinta años, con esta situación de partida? Pues ser complices de esa realidad de forma contumaz. El nacionalismo de CIU, comandado por el antes Honorable Jordi Pujol, el de Banca Catalana, el de la herencia y los hijos parásitos que coleccionan deportivos de lujo, el marido de la abadesa, el mismo Pujol que desdeño el modelo vasco de Concierto al grito de antigualla,  se aprestó a montar una estructura de explotación y saqueo de la riqueza de Cataluña, con el apoyo unánime de las élites políticas que le apoyaban en el reparto del pastel. "Corrupción tolerada a cambio de independentismo" Dicho y hecho. Treinta años de ordeño de la vaca catalana al amparo del apoyo a todos los Gobiernos de España desde la dictadura hasta tomar, sorprendentemente, la senda del Procés.

ERC no ha pintado nada en Cataluña en los últimos treinta años. Los catalanes no han sido independentistas. Con Duran y Lleida (conspicuo autonomista) en Madrid, acompañado de los convergentes, CIU se paseaba por las Cortes repartiendo apoyos y "seny" a los gobiernos del turno, (González, Aznar, Zapatero o Rajoy)  y velando por los intereses de las castas nacionalistas catalanas, que engordaban sus fortunas avalando ese modelo de Estado que ahora les resulta tan inaceptable. 

CIU estalla al romperse las reglas de juego y las diferentes votaciones dejan claro que Unió era un petardo, al amparo de Convergencia y que Convergencia era una cueva de ladrones al amparo de los pactos de gobierno en Madrid. 

Resultado maravilloso para Ezquerra Republicana de Cataluña que pasa a ser el partido dominante. Por si esto fuese poco CIU o sus sucesores gobienan al antojo de un grupo extremista como las CUP.

¿Pueden estos herederos de CIU liderar un proceso democrático de ruptura del Estado y de desobediencia? Es evidente que no. Su legitimidad es nula para reivindicar algo que se han pasado treinta años apoyando de manera interesada para su propio beneficio. Basta ya de manipulación de los sentimientos de las personas, basta ya de aprovecharse del poder, basta ya de mentiras interesadas. 

¿Como puede romperse una legalidad desde la desobediencia civil? Con un apoyo masivo de la población. Así han sido los procesos de desobediencia civil que como bien se dice acabaron con tantas lacras sociales relacionadas con el racismo, la esclavitud ...etc. 

Junts pel si representó el intento plebiscitario de aunar una mayoría suficiente en torno a la opción independentista. Fracasó rotundamente al no cosechar ni tan siquiera el 50% de los votos de los catalanes. ¿Por qué después de este fracaso los convergentes siguen adelante de la mano de ERC y de la CUP? Es un misterio para mi y seguramente esta ligado a todo el proceso de corrupción que ha vivido ese partido a lo largo de tres décadas. Lo que está claro es que la causa del independentismo no tiene una mayoría clara para atacar este problema desde la desobediencia civil.

Todo lo demás es una gran chapuza española. La cerrazón carpetovetónica de los herederos del franquismo, los vítores en las provincias españolas a las fuerzas de seguridad que parten hacia Cataluña como si de una cruzada contra el moro se tratase, los abusos del Govern en la toma de decisiones en el Parlamento de Cataluña, muchas decisiones discutibles de la Fiscalía y de las instituciones democráticas del Estado, y en general toda la campaña de intoxicación de unos y otros contra este proceso que culmina mañana en su forma referumdera, y continúa pasado mañana, en su forma de problema político grave,  a solucionar urgentemente con actitud democrática. 

Estoy por el derecho de los pueblos a su autodeterminación, pero no de cualquier manera.

                                                                                                Donostia Setiembre de 2017

                                                                                                               IZ