Juegos peligrosos

Hoy hace setenta y dos años Japón se rindió y termino la II Guerra Mundial en el frente del Pacífico. Dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki acabaron con cualquier intento de continuar la contienda y convertir Japón en un bastión que los americanos tendrían que conquistar isla a isla. Necesidades estratégicas y las innegables ganas norteamericanas de conocer sobre el terreno las consecuencias de una deflagración atómica precipitaron este momento trágico de la historia. Hiro Ito el emperador sagrado hablaría a los japoneses por radio dos días después consumando así la rendición y la mayor de las humillaciones para la nación japonesa. 

Sin duda alguna Corea del Norte no es Japón. El conflicto que pudiera surgir entre esta dictadura caricaturesca  y los Estados Unidos tendría nada que ver con aquél conflicto pavoroso que fue la 2ª Guerra Mundial, pero lo que para cualquier presidente norteamericano sería un asunto serio pero acotable con el que se mostraría firme pero prudente, para el actual presidente, un ejemplo andante de simpleza y fanfarronería combinadas en dosis muy peligrosas, puede convertirse en la excusa perfecta para darle al gatillo, algo que los americanos han amado siempre. Fire and Fury es lo que ha dicho el presidente descerebrado y faltón, y fire and fury es la tentación perfecta para que a alguna mente preclara del Pentágono se le ocurra la feliz idea de convencer al presi sobre la conveniencia de lanzarles un pepino nuclear táctico a los descerebrados norcoreanos. 

Estas cosas se saben como empiezan pero nunca como acaban y los riesgos de sumir al planeta en un conflicto nuclear  están ahí, remotos pero posibles gracias a la acción combinada de dos personalidades indeseables para el gobierno del mundo. 

Recordemos por tanto el horror de la guerra en forma de holocausto nuclear y al contemplar esas imagenes imaginemos la tragedia que sería para nuestros hijos y para nosotros mismos que una de estas excentricidades militares nos arrojasen al sufrimiento y a la barbarie que tuvieron que sufrir los habitantes de Hiroshima y Nagasaki hace ahora setenta y dos años. 

     Por la prohibición completa del armamento nuclear y desmantelamiento del arsenal nuclear

                                                                                Donostia 14 de Agosto de 2017

                                                                                                    IZ