Conflictos para el siglo XXI

En una de nuestras últimas entradas titulada  Acumulación de Riqueza señalábamos uno de los conflictos importantes que va a vivir nuestra sociedad del siglo XXI. Es un conflicto sustentado en las  las enormes desigualdades surguidas en el mundo en las últimas décadas y que va a propiciar grandes desequilibrios en forma de crisis migratorias y otros  problemas diversos que se exponen en el artículo. 

Un segundo conflicto que me parece significativo señalar y que posiblemente va a ser eje de la mayor inestabilidad en este siglo, es el choque cultural entre el dogmatismo  y la libertad, entre el fanatismo y la tolerancia y entre sectarismo y la convivencia. Un conflicto de valores. Pero no nos equivoquemos. No estamos hablando solamente de un conflicto entre el islam o las sociedades de mayoría musulmana y occidente, sino de un conflicto dentro de las sociedades propias sociedades musulmanas y occidentales. A ese respecto cabe señalar sin paliativo ninguno que las víctimas más numerosas del dogmatismo y el fanatismo de los radicales islamistas son precisamente los propios musulmanes moderados. No es por tanto un conflicto entre religiones, como de alguna manera interesada se nos intenta vender, sino un conflicto entre valores y entre actitudes vitales ante "los otros".

El tercer conflicto que va a ser determinante de este siglo es el conflicto climático derivado de muchos de los planteamientos del conflicto económico que se relata en prmer lugar, pero que tiene connotaciones propias ya que lo que está en juego, es nada más y nada menos que la superivencia del ser humano sobre la tierra. No es verdad que lo que está en riesgo es la vida en el planeta, sólo está en riesgo la vida humana.

De todos estos conflictos que sacuden nuestras vidas y que además van a definir de manera importante el futuro de nuestros hijos, hemos reflexionado en este blog y lo seguiremos haciendo porque tenemos la obligación de comprometernos con el futuro trabajando el presente, lejos de actitudes egoístas que exigen mucha implicación a los demás y olvidan la responsabilidad propia.

                                                                                                     Donostia Mayo 2017
                                                                                                                    IZ