Flores Nocturnas

Así llamaba el inimitable Silvio Rodriguez en una triste canción,  a las chicas que ejercían la prostitución en Cuba, las conocidas como jineteras, durante los años del periodo especial en tiempo de paz, en los momentos del despertar de Cuba al turismo, tras el abandono de la URSS de su tutela económica. Flores Nocturnas

¿Y que pasa por los suelos patrios con esta cuestión relegada al olvido por una administración y por la siguiente, sin solución de continuidad? ¿Por qué no se regula esa actividad que tanto por sus derivadas sociales, humanas y económicas, se ha convertido en un tema de primera magnitud? ¿Cómo puede seguir permitiéndose el lamentable espectáculo de los polígonos industriales de muchas grandes ciudades convertidos en lamentables mercados de sexo rápido?¿Cómo se puede seguir tolerado que los macarras de turno sigan maltratando, denigrando y esclavizando a las mujeres?

Muchas preguntas y pocas respuestas.
La prostitución mueve al año la escandalosa cifra de 3.500 millones de Euros. Las 100.000 mil prostitutas que se calcula hay en España han sido proveedoras de servicios sexuales para el 40% de los hombres que reconocen haber pagado por sexo en alguna ocasión. ¿Y ante la magnitud de estas cifras seguimos sin actuar desde los poderes públicos para regularla e incluirla en las actividades económicas y profesionales? Es absolutamente escandaloso.
Sólo un 5% de la prostitución se realiza dentro del segmento denominado "Escort" o de lujo en el que las chicas tienen ciertas garantías económicas y sanitarias. La realidad para el otro 95% es mucho más sórdida en torno a los chulos y a las mafias organizadas.
Para mejorar esta situación no tenemos que pensar que es necesario establecer unas aulas especializadas en I+D o contratar sesudos asesores y gastar ingentes cantidades de dinero en informes baldíos.
Basta copiar.

En Holanda, como no, existe un modelo desarrollado y testado de regulación de esta actividad vieja como la historia de la humanidad. No vamos a entrar en detalles de como se regula esta actividad en este país siempre en la vanguardia de la tolerancia y de la seriedad. Sólo es necesario saber que se trata de un sistema combinado entre medidas que afectan a las grandes ciudades y sus Barrios Rojos (la imagen más conocida) y un sistema de licencias municipales que regulan otros tipos de prostitución así como otras clases de sexo que se puede ejercer en casas particulares o locales habilitados especialmente. Actividades como el cambio de pareja o el sexo en grupo de manera profesionalizada también son objeto de esta regulación, siempre presidida por el control de los Servicios Sociales y las garantías económicas, profesionales y sanitarias que provean unos mínimos estándares humanistas en el desarrollo de esta actividad siempre controvertida.

Termino con Silvio como empecé.  El problema no es darle un hacha al dolor y hacer leña con todo y la palma. El problema no es apartar a las mujeres de los polígonos para meterlas en locales infectos o en locales de lujo en los que la explotación está presente entre algodones.
Hay que afrontar una regulación decidida de estas actividades sexuales y dotarlas del contenido suficiente a nivel  económico, profesional, sanitario y humano, para que dentro de la desgracia que siempre supone la necesidad de ganarse la vida con el mercadeo del propio cuerpo, las condiciones en las que se hace estén en claves de humanidad y no en las actuales escenas infames que debemos ver cada día en tantos lugares del país. 

                                                                                                     Donostia Febrero 2020