Libertad


Hablemos de  la Libertad.

Decía Montesquieu que se trataba del  "un estado de bienestar derivado de la  confianza en la propia seguridad". Efectivamente. La libertad sin seguridad sólo puede existir en el plano subjetivo en nuestro recóndito interior, en nuestros sentimientos. Nadie puede acabar con la libertad de las personas si estas no lo consienten. Podrán acaso acabar con su vida, podrán ponerle en prisión, podrán vejarle, pero su libertad estará intacta mientras no se doblege su voluntad de permanecer libre. En cualquier caso será esta una libertad genuina y gratificante pero incompleta, sin posibilidades de expresión más allá del confín de la propia consciencia.

En el plano público, regulador de la colectividad,  se necesita una elaboración más sofisticada para convertirla en una virtud pública y el sentimiento de seguridad debe de estar acompañado para ejercerse de manera plena,  de sistemas democráticos de seguridad jurídica  (Tribunales) y otro de seguridad pública (Cuerpos de Seguridad) que hagan cumplir las leyes. La Democracia y el Imperio de la Ley.
Hoy tenemos un claro conflicto entre Libertad y Seguridad. Invocando el sacrosanto nombre de la Seguridad (magnificada en formas tales Seguridad Nacional) se quieren limitar nuestras libertades públicas. generando amenazas que podrían haber sido evitadas. Asistimos a  la sumisión de los poderes del Estado a la presión de los grupos económicos y a las grandes acumulaciones financieras nacidos al amparo de una doctrina política perversa como el neoliberalismo. La libertad de prensa atraviesa momentos de zozobra en todos los paises y a la vista está que ni los medios más poderosos e independientes como el New York Times pueden sustraerse a las coacciones del poder.
De la mano de esta agresión a la Libertad, las cámaras en lugares públicos y privados proliferan como hongos en otoño, los negocios de la seguridad se encuentran entre los más prósperos y el software asociado a reconocimientos faciales o seguimiento de personas, alcanza financiaciones fabulosas. Todo ello reforzando el control que sobre nosotros ejercen las grandes multinacionales de las telecomunicaciones que se hacen más potentes a cada "I Like" de nuestro ratón.
Pero la restricción efectiva de la Libertad no puede ser realizada de manera directa y descarada porque el ser humano es muy sensible a la ameza de la tiranía. Es por ello que deben de producirse una combinación de acciones y efectos que sirvan para restringirla con el consentimiento de los afectados.
Estamos inmersos de lleno en este proceso a través de diferentes estrategias, unas que utilizan el miedo para restringir nuestra libertad y otras llamadas de efecto placebo que nos inducen la idea de que mantenemos nuestras libertades intactas.
Un ejemplo claro de manipulación del miedo en esta estrategia diabólica es lo que nos ha venido ocurriendo con las amenazas financieras y las amenazas terrroristas y un buen ejemplo de los efectos placebo es transmitirnos a través de nuestra capacidad de compras masivas la sensación de que somos muy libres para elegir y comprar.
Cada vez que alguien invoca la sacrosanta seguridad hay que ponerse a temblar sobre sus verdaderas intenciones y observar atentamente como piensa restringir nuestra libertad. La Seguridad se ha convertido sobre todo en una excusa para esconder la verdad a los ciudadanos.
Pensar y Dudar son las actitudes superiores del ser humano. No confiar en lo evidente y preguntarse siempre por lo no explicado.

                                                                                                          Donostia Junio 2019
                                                                                                                        IZ

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