Zorba el Griego (Nikos Kazantzakis)

LECTORES DEL AMANECER

ZORBA EL GRIEGO   1946 





(En colaboración con Koro Lasa y su "libro del mes" en Radio Altuna)

NIKOS KAZANTZAKIS ( Heraklyon 1883 Friburgo de Bisgrovia 1957)

La obra mundialmente conocida como Zorba el Griego se titulaba realmente Vida y hechos de Alexis Zorba , pero quedó marcada por el éxito de la versión cinematográfica que llevaba ese título.

Antes de hablar de la novela hablemos un poco de su autor Nikos Kazantzakis, un gigante de la literatura griega moderna. La primera característica a destacar de la vida de este gran escritor griego su insaciabilidad. Insaciable es su capacidad de estudio, su viajar ininterrumpido, su duda permanente, su búsqueda de respuestas a la esencia del ser. Su vida fue un torbellino de viajes y empresas diversas en las que siempre estaba presente una profunda inquietud, un desasosiego anímico radical.
Fue nominado al Premio Nobel en 1946, y resultó segundo a un sólo voto de su amigo Juan Ramón Jiménez a quien conoció en sus andanzas como corresponsal de guerra en la Guerra Civil española.
Estudio leyes pero nunca se dedicó a otra cosa que a la literatura
Estuvo siempre muy interesado por la figura de Jesús de Nazaret ; es un tema recurrente en su obra, eso sí, desde un plano nada ortodoxo. Para Kazantzakis, Jesús representa la tragedia de un hombre con todas sus grandezas y sus limitaciones, llamado sin él haberlo elegido a una misión que le sobrepasa. Le resultaron siempre insuficientes las respuestas que las distintas religiones dan a las cuestiones últimas del ser humano, y como lo expresó sin ningún tipo de disimulo, la Iglesia ortodoxa le excomulgó. El respondió bendiciéndoles. Era francmasón.
¿Era ateo? En cualquier caso se trataba de un ateísmo humanista, como el de Camus, un humanismo imbuído de existencialismo.
                                         “No espero nada. No temo nada. Soy libre “ 
Es el epitafio de su tumba en Heraklion.

Con Giorgos Zorba protagonizó una descabellada aventura comercial para la explotación de una mina de lignito en Creta que fue la base de su obra más famosa “Zorba el Griego” un éxito literario y cinematográfico que ha eclipsado la inmensidad de la obra de Nikos Kazantzakis. Por lo tanto, se trata de una obra autobiográfica: conoció a Giorgos Zorba en 1917.
Y cito sus palabras: “Si yo quisiera distinguir a los hombres que han dejado una huella más profunda en mi alma, quizá me decidiera por Homero, Buda, Bergson, Nietzche y Zorba. Él me ha enseñado a amar la vida y a no temer a la muerte.
Básicamente, la obra se estructura con un narrador del que no sabemos el nombre – es simplemente el patrón- hombre de letras y poco vivido, un ratón de biblioteca, que decide irse a Creta a dirigir una mina que posee allí. En el puerto, Zorba se le ofrece para ir con él y ocuparse del trabajo de capataz.
A partir de ahí, la novela es un enfrentamiento entre dos formas de vida. Zorba es visceral, mujeriego, alegre, sabio popular…El patrón es justo lo contrario. El profesor se convierte en alumno, en ese conflicto entre el estudioso y el hombre práctico, entre el filósofo y entre el que ha hecho de vivir la vida plenamente su filosofía, entre el estoico y el mujeriego. Entre don Quijote y Sancho.
En toda la obra hay una mezcla de filosofía y religiosidad y, “ a pesar de ello “ es un libro divertido, de fácil lectura, eso sí, que invita constantemente a la reflexión.
Asistimos a las conversaciones que mantendrán Zorba y su patrón-alumno. El patrón ha dedicado sus años a una búsqueda obsesiva del sentido de la vida y en Creta aprende a vivir : descubre que lo más importante es vivir la vida al máximo, plenamente y sacándole hasta la última gota de jugo .
Zorba vive la vida con intensidad y energía : ha sido asesino, amante, capataz de mina, soldado, mujeriego, embustero, músico, padre, viudo… siempre con la misma intensidad. Tiene una mirada primigenia, de las que atrapa su presa al vuelo y un instinto creativo renovado cada día. Lo mira todo como si fuera la primera mañana del mundo y él devolviera su frescura a los elementos eternos de nuestra cotidianeidad : viento, mar, fuego, mujer, pan…
La novela está escrita en primera persona. Ya he comentado que el narrador es el patrón, es decir, uno de los protagonistas. Va contando sus vivencias a través de reflexiones y – sobre todo- de diálogos muy fluidos con el gran protagonista : Zorba.
Los diálogos se completan con el resto de personajes que van apareciendo, dándonos la sensación de asistir, como espectadores ,en la primera fila del teatro.
La narración transcurre entre amantes, historias trágicas y alegres, bailes para poder comunicarse y  embustes. Tiene una prosa muy cuidada, divertida y cargada de un profundo lirismo.
Es un libro impetuoso, apasionado y lleno de vida y humanismo. Creo que se trata de una invitación, de un canto a la vida; no a estudiarla -como el patrón- que hasta el momento se había limitado a contemplarla desde la barrera; no, es una invitación a la plenitud de la existencia.

                                                                                              Donostia Enero 2017
                                                                                                         IZ

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