Soldados de Odín
El ascenso de los grupos exremistas de corte neonazi en Europa parece un fenómeno imparable. Partidos como el Frente Nacional francés, Amanecer Dorado en Grecia o el FPO Sueco, experimentan importantes incrementos de votos con cada nueva elección. Todo ello reforzado con la oleada de xenofobia que ha despertado la llegada masiva de refugiados de Oriente Medio a Europa.
Los soldados de Odín son una de las últimas expresiones de esta tendencia que han aparecido recientemente en Finlandia para realizar patrullas nocturnas en los lugares donde se hallan acogidos algunos de los refugiados sirios e iraquíes llegados a ese país. Estas patrullas vigilan los pueblos de las comarcas para mantener a salvo a los ciudadanos, que al parcer no pueden ser suficientemente protegidos por las fuerzas de seguridad finlandesas. Igual que en la Alemania prenazi los cachorros del fascismo tratan de apoderarse de la calle como primera medida. El matonismo, la intimidación y la violencia indiscriminada para con el diferente sólo están a un paso de las rondas de seguridad.
Simbología asociada a Odín
Desde Francia hasta Finlandia al amparo de la crisis económica, de la xenofobia y del creciente euroescepticismo, los partidos de extrema derecha renacen como setas en otoño, abonados por el empobrecimiento de las clases medias y la pobreza de las clases más populares. Crecen estos partidos al grito de bloqueo a la inmigración, deportaciones, recortes de derechos y aumento de la represión contra los inmigrantes. Un nuevo mensaje de frente común contra la invasión extranjera.
Si todo esto no fuese suficientemente preocupante los sucesos de la Nochevieja en Alemania, añaden un plus de tensión a la ya explosiva situación. De nada sirve que sean una exigua minoría (cinco casos) los refugiados envueltos en estos sucesos. La criminalización del diferente, del recién llegado esta en marcha. La incautación de bienes de los refugiados para cubrir los gastos de su refugio, recuerdan de manera peligrosa la incautación de bienes a los judíos en los guettos alemanes y polacos de la IIª Guerra Mundial.
Ante todo este panorama, creo importante recordar algunos principios básicos que nos ayuden a digerir esta situación y no caer en la descalificación y persecución del diferente, del débil, del desfavorecido.
Priemro, es importante recordar que estamos hablando de seres humanos, singulares, únicos, padres, madres, niños, hermanos y nietos. Exactamente como nosotros. Miembros de la única familia que tenemos en este mundo y que no es otra que la humana.
Es también importante recordar, que en la base de los problemas de integración de los inmigrantes en Francia, en Bélgica y en Alemania, no están los inmigrantes ahora venidos del Medio Oriente, sino los hijos de los inmigrantes llegados hace años y condenados a los guettos de las ciudades sin ningún futuro ni políticas de integración. Molenbeek lleva allí muchos años.
No es menos conveniente recordar, que el problema que los empuja hacia nosotros, no ha sido precisamente creado por ellos, sino más bien por un conglomerado de decisiones de Occidente, decidido desde hace un siglo a expoliar las riquezas de la zona, mantener en el trono a impresentables y maltratadores príncipes petroleros y dar cobijo a todo tipo de dictadores y sátrapas que garanticen la supremmacía occidental en la región..
Cabe no olvidar finalmente, que para escarnio de nuestra democracia, los terroristas de ISIS han encontrado mercado para su petróleo y para el expolio de las riquezas arqueológicas iraquíes, aquí, en Occidente, en ese mismo Occidente escandalizado por las acciones terroristas en Europa pero impasible ante el avance de los mismos dogmatismos, fanatismos e intolerancias locales, que recorren las calles de las ciudades europeas, recordando los tiempos más negros de Europa.
Donostia Enero 2016
IZ
Desde Francia hasta Finlandia al amparo de la crisis económica, de la xenofobia y del creciente euroescepticismo, los partidos de extrema derecha renacen como setas en otoño, abonados por el empobrecimiento de las clases medias y la pobreza de las clases más populares. Crecen estos partidos al grito de bloqueo a la inmigración, deportaciones, recortes de derechos y aumento de la represión contra los inmigrantes. Un nuevo mensaje de frente común contra la invasión extranjera.
Si todo esto no fuese suficientemente preocupante los sucesos de la Nochevieja en Alemania, añaden un plus de tensión a la ya explosiva situación. De nada sirve que sean una exigua minoría (cinco casos) los refugiados envueltos en estos sucesos. La criminalización del diferente, del recién llegado esta en marcha. La incautación de bienes de los refugiados para cubrir los gastos de su refugio, recuerdan de manera peligrosa la incautación de bienes a los judíos en los guettos alemanes y polacos de la IIª Guerra Mundial.
Ante todo este panorama, creo importante recordar algunos principios básicos que nos ayuden a digerir esta situación y no caer en la descalificación y persecución del diferente, del débil, del desfavorecido.
Priemro, es importante recordar que estamos hablando de seres humanos, singulares, únicos, padres, madres, niños, hermanos y nietos. Exactamente como nosotros. Miembros de la única familia que tenemos en este mundo y que no es otra que la humana.
Es también importante recordar, que en la base de los problemas de integración de los inmigrantes en Francia, en Bélgica y en Alemania, no están los inmigrantes ahora venidos del Medio Oriente, sino los hijos de los inmigrantes llegados hace años y condenados a los guettos de las ciudades sin ningún futuro ni políticas de integración. Molenbeek lleva allí muchos años.
No es menos conveniente recordar, que el problema que los empuja hacia nosotros, no ha sido precisamente creado por ellos, sino más bien por un conglomerado de decisiones de Occidente, decidido desde hace un siglo a expoliar las riquezas de la zona, mantener en el trono a impresentables y maltratadores príncipes petroleros y dar cobijo a todo tipo de dictadores y sátrapas que garanticen la supremmacía occidental en la región..
Cabe no olvidar finalmente, que para escarnio de nuestra democracia, los terroristas de ISIS han encontrado mercado para su petróleo y para el expolio de las riquezas arqueológicas iraquíes, aquí, en Occidente, en ese mismo Occidente escandalizado por las acciones terroristas en Europa pero impasible ante el avance de los mismos dogmatismos, fanatismos e intolerancias locales, que recorren las calles de las ciudades europeas, recordando los tiempos más negros de Europa.
Donostia Enero 2016
IZ
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