Paz y Convivencia. Balance de un año.

El año 2014, no pasará a la historia por haber sido el mejor, en la búsqueda de lo que se ha venido en llamar el camino de la Paz y Convivencia en Euskadi. No ha habido violencia política. Esa ya es, en sí misma, una buena noticia. Pero no ha habido avances. De hecho el año empezó mal, pues lo hizo con aquella entrega de armas que parecía mas una broma (sólo faltaban unos tiragomas sobre la mesa), que un acto profundo en el camino de la reconcialiación de la sociedad vasca. http://www.eitb.eus/es/noticias/politica/detalle/2019172/eta-desarme--eta-sella-pone-fuera-uso-parte-su-arsenal/

El comienzo desafortunado ha marcado la tendencia de todo el año, que se ha cerrado con una propuesta de desarme del Gobierno Vasco, que venía a llenar (a salvar realmente) un informe del grupo de Verificadores (CIV), completamente vacío de contenido. 

Como comentaba en el artículo "A vueltas con la reconciliación", en este mismo blog, no basta con que cesen las acciones armadas. Es necesario que ETA y sus armas desaparezcan, como símbolo de que nada queda, de aquella actitud de imponer a los demás las ideas con la fuerza de la violencia, ni tan siquiera en forma latente.

Hemos vuelto a una réplica del pasado. Sin muertos, eso sí, pero igualmente frustrante para todos los que nos encuentramos en el medio y asistimos nuevamente, como convidados de piedra, al espectáculo. Por un lado el gobierno del Estado, administrado por el PP, para el que desaparecidas las muertes, esta es una cuestión menor. Un PP que no quiere indisponerse  más con las víctimas, y para el que la inacción en esta cuestión, es una actitud que les resulta  barata en términos políticos generales. Creen que todo lo que hagan, resultará negativo al sur de Pancorbo. Por el otro lado, ETA, que no se disuelve ni entrega las armas, esperando nuevamente una negociación con el Estado de la que sacar provecho, esgrimiendo el temor latente de una vuelta a la violencia. Jugueteo con el miedo, que se formula cada vez que sus voceros, impecablemente democráticos en sus declaraciones (e impecablemente sumisos a ETA en sus actitudes), se dedican a asegurarnos que tal posibilidad no existe. Si es así ¿por qué repetirlo tanto?

En medio nosotros. En medio los presos, otro de los juguetes habituales de los violentos, que son y serán los grandes perjudicados de esta nueva muestra de soberbia. Como siempre. ¿O es que nadie recuerda cuando los abogados de HB reclamaban el derecho de los presos a cumplir integramente sus condenas, antes de empezar a quejarse por que se les aplicaba la doctrina Parot?

La propuesta  del Gobierno Vasco para un desarme con cobertura social, internacional e institucional es una respuesta adecuada y contundente a estos ejercicios de soberbia y ninguneo, porque enfrenta a ETA a la realidad de su actitud perjudicial para el futuro de nuestro pueblo y perjudicial para el proceso de paz y reconciliación. Treinta y muchos meses de inacción, en la desaparición física de ETA y de sus armas, empiezan a pesar como una losa en la pretendida autonomía política e ideológica, de la nueva izquierda abertzale de Sortu. La sombra de que la decisión de abandonar las armas no era más que una mera estrategia revolucionaria vacía de convicción, toma cada día más cuerpo. 

Este es desgraciadamente el pobre  balance de un año casi perdido, en el  largo y sinuoso camino de la reconciliación.

                                                                                                                      Donostia Enero 2015

                                                                                                                                 IZ