Un nuevo contexto cultural e identitario
José Miguel de
Barandiaran, sustentaba la identidad de los vascos en tres pilares. Solar, Lengua y Religión. Tal
estereotipo puede aplicarse a los vascos desde hace siglos, aunque
no todos los vascos estuvieran, en todo momento, recogidos en ella,
El problema es que cada vez más vascos, se han ido quedando fuera
de ella. El tiempo nos ha ido llevando al extremo de tener ciertas
dificultades, incluso, para concretar (de manera consensuada) quienes
somos vascos.
Cambio del marco cultural e identitario
Hace milenios que los
seres humanos decidieron, superando el clan, unirse en grupos más
amplios para afrontar el futuro y sentaron las bases de la
convivencia y de la sociabilidad, dando así nacimiento al hecho
cultural. La cultura realmente es ese camino, que nos ha conducido ha mitigar nuestra condición
animal en beneficio de la convivencia, desarrollar los valores de su
humanidad (el arte, la música, la religiosidad, la lengua), y
establecer relaciones con otros pueblos. De esta manera todos los grupos humanos han desarrollado sus sentidos de
pertenencia y sus identidades grupales, y las han mantenido más a o menos a salvo, asimilando
las influencias de otras culturas.
Como es consustancial a
todo proceso histórico, ese marco identitario ha ido cambiando, y lo
ha hecho de manera cada vez más rápida. Modelos que permanecieron
con pocas variaciones durante siglos, sufrieron acelerones históricos
que los transformaron profundamente, en cuestión de décadas.
Eso le ha pasado al
modelo del vasco de Barandiarán, al ser sometido, obviando
procesos anteriores, al proceso histórico del liberalismo primero
y más tarde al de las ideologías universalistas. Vascos sin
solar, vascos sin linaje, proletarios e internacionalistas, vascos
sin fueros, vascos sin lengua y vascos sin fe, han ido poblando
nuestra vieja Vasconia.
La llegada de los ecos
libertarios y la relajación del control social de la Iglesia,
en los sesenta, produjo un abandono masivo de la religión y a una
secularización express. La fé religiosa es sustituido de manera
inmediata por las ideologías , más o menos salvadoras,
socialcatolicismo y marxismo en todas sus variantes y por los
aparatos de los partidos que las sustentan.
El final de las ideologías y la tiranía del mercado
La muerte del socialismo
real, del comunismo en suma, la desaparición del famoso marxismo
leninismo, pensamiento Mao Tsetung y la incoprporación de las
sociedades rusa y china al capitalismo más salvaje, ha propiciado la
práctica desaparición de las ideologías. El propio liberalismo
político y sus proposiciones humanistas yacen sepultadas por las
leyes del mercado y la dictadura de las decisiones económicas
ineludibles. Organismos no democráticos en la elección de sus
miembros y de funcionamiento opaco, que funcionan al amparo de los
Estados, tales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco
Mundial o la Reserva Federal (un banco privado no lo olvidemos), son
en estos momentos quienes tomas las decisones mas transcendentales
para la economía, muy por encima de las voluntades de los
ciudadanos.
El neoliberalismo a
través de las Corporaciones y sus instrumentos monetaristas y de
control politico a través de la deuda, han propiciado la aparición
de una nueva oligarquía financiera con un modelo basado en la
acumulación de capitales sin límite, y en la popularización del
esquema, ganador(con acceso al trabajo y sus beneficios) y perdedor
(marginal sin formación ni recursos) propio de los Estados Unidos, y
que amenaza los Estados de Bienestar de tipo humanista construidos
por las ideologías socialdemócratas y cristianodemócratas en el
siglo XX.
El nuevo modelo y los viejos paradigmas
Los viejos paradigmas
liberales derivados de la Revolución Francesa, los famosos, Libertad
Igualdad Fraternidad y los valores que de ellos se derivan,
Racionalidad, tolerancia, solidaridad, Convivencia etc, están cada
día más en entredicho ,frente a los valores económicos del
consumismo y del individualismo más salvaje. El desarrollo
tecnológico y la falsa sensación de dominio y seguridad que
producen, son uno de los vectores de introducción de este cambio de
modelo cultural y social. El ser humano se siente cada día más
huérfano.
La Globalización
Todo este cambio se
produce además en el contexto de una Globalización brutal en el
planeta, que si bien en algún momento nos sedujo, con la idea de que
lo que perseguía era llevar a todos los rincones del planeta las
ideas de Occidente y sus modos de vida y de bienestar, pronto, de la
mano del mercado nuevamente, se ha tornado en lo contrario. Sin
haberse producido esos cambios profundos de los modelos
sociopolíticos en los paises receptores, sentimos las consecuencias
del modelo tercermundista en nuestras carnes. Precarización del
empleo, desregulación de la contratación, abaratamiento de los
costes laborales. No, no nos engañemos. No hemos europeizado China,
salvo en el maquillaje, pero hemos chinificado Europa en aspectos
sustanciales que atañen a los estados del bienestar. El mileurismo
convertido en un lujo, completa desregulación laboral y fianciera.
Hemos producido el fenomeno que realmente quería el neoliberalismo.
Poder saltar los marcos normativos de los viejos estados liberales,
mediante la libertad absoluta de movimiento de personas y capitales,
sobre cuya dependencia brutal se sostiene un nuevo orden político.
La integración en Europa
Aunque de forma
titubeante, la realidad europea se abre paso cada día. Cede el peso
de los estados nación tradicionales y las decisiones se diluyen cada
vez más en los nuevos organismos europeos. La vieja dialectica con
el Estado va siendo sustituida por una creciente influencia de las
decisiones de la UE sobre los temas que nos atañen y la
consolidación de las Euroregiones como potentes focos de dinamismo
económico y cultural no puede pasarnos desapercibida.
El fin de Eta
El fin de la violencia de
ETA en nuestra tierra trae también un cambio importante en nuestro
modelo de relación cultural. El miedo en todas sus formas (físicas,
ideológicas, culturales), que sin duda ha actuado como freno de
muchas expresiones de libertad o de diversidad, irá desapareciendo
progresivamente y propiciará cambios importantes en el panorama
sociocultural y sociopolítico de la Euskal Herria.
¿CUALES SON LOS
VALORES CULTURALES E IDENTITARIOS QUE MOVERÁN NUESTRA SOCIEDAD EN EL FUTURO?
No lo sabemos pero podemos empezar por establecer las bases sobre las que
quisieramos que pivotasen
- Una lectura menos política de los valores de nuestra cultura. Redefinir nuevos sentidos, nuevos valores, nuevos sentimientos.
- Una lectura multireferencial de nuestra cultura. No repetir esquemas del pasado. Entender la nueva dimensión de los problemas actuales.
- Una lectura diferente de nuestros valores de relación, entendiendo como cultura todo aquello que propicia la convivencia y la sociabilidad de nuestra sociedad.
- Una lectura de los valores culturales orientados a crear un entorno de Paz social
- Una lectura en torno a valores culturales de integración y no de asimilación entre las comunidades que conforman Euskal Herria
- Innovación en el campo sociológico y simbólico, con una aproximación más sociológica y psicológica a la identidad que histórica y juridicipolítica.
- Una lectura Global de las estrategias culturales pero para aplicarlas Localmente. El fenómeno de la Glocalización definido por varios autores.
Si las señas de
identidad que nos proponía al comienzo de este escrito Don
José Miguel de Barandiaran eran Solar, Lengua y Fe
¿cuales
podrán ser las del futuro?
Donostia Aberri Eguna 2015
IZ
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