El conflicto climático

Hemos señalado en diferentes entradas de este blog, que el climático va a ser uno de los grandes conflictos de este siglo. Es además un conflicto que va a influir de manera decisiva en los otros dos conflictos que reconocemos como claves, el conflicto riqueza-pobreza y el conflicto dogmatismo y razón.
El conflicto climático tiene múltiples facetas pero hay dos que se imponen sobre las demás por la trascendencia de sus consecuencias. Por una parte la creciente y preocupante contaminación y sus consecuencias sobre el agua y la alimentación de los seres humanos y el cambio climático como detonante de hambrunas, pobreza extrema y movimientos migratorios brutales hacia las zonas más habitables del planeta.

                                       La isla de plástico del Pacifico es ya un continente

 La negación del cambio climático por parte de muchos de los agentes implicados y especialmente por parte de la nueva administración norteamericana del presidente Trump, tiene sin duda sus razonamientos detrás. Efectivamente no sabemos si la subida de temperatura en el planeta se debe a las emisiones de CO2 que realizamos o a otras causas naturales ya que las observaciones de las que disponemos apenas cubren ciento cincuenta años, lo que a escala geológica es menos de un micro segundo en la historia de la Tierra. En cualquier caso la emisión masiva de gases  de efecto invernadero seguro que no esta ayudando al proceso con independencia del ciclo natural en el que pueda encontrarse el planeta.
Lo que es innegable es la contaminación brutal a la que estamos sometiendo al planeta, especialmente desde el abuso y despilfarro de los plásticos. Los plásticos han representado un enorme avance para las sociedades humanas pero en estos momentos están a punto de convertirse en pesadilla. La contaminación por plásticos es apabullante y ya se empiezan a encontrar micropartículas de plástico en el estómago de muchas de las especies marinas que están en la base de la alimentación humana. Tenemos un grave problema y hay que empezar a ser conscientes de ello

                                           Navegando en la isla de plástico del Pacífico


Los intereses económicos están detrás de todo este sin sentido. Contaminar es simplemente más barato que no hacerlo y la administración norteamericana no es más que una plutocracia al servicio de los ricos y poderosos, entre los que se encuentran los propietarios de todos los complejos petroquímicos que inundan el mundo con sus productos contaminantes.

Otra de las expresiones trascendentales del conflicto climático va a ser el problema del agua y del dominio de sus reservas de cara al futuro. El agua es un elemento imprescindible de la supervivencia humana y sin ella pereceremos sin remedio. Hay al menos ocho puntos calientes del agua en el mundo. La limitación del acceso al agua de los palestinos por parte de Israel, el conflicto entre Turquía, Irak y Siria por los recursos hídricos del Tigris y Eúfrates, el control de los recursos del río Zambeze entre Mozambique y Zinbawe, el conflicto en el alto Nilo por las presas en Etiopía y Sudán que amenazan la aportación de agua a Egipto y otros conflictos no menos importantes en Nigeria o China por la limitación de acceso al agua de enormes poblaciones.
En el conflicto del agua la contaminación irreparable a la que estamos sometiendo al planeta esta detrás de mucha  de las consecuencias para millones de personas. Más de 1000 millones de personas no tienen acceso a agua potable y casi la mitad del planeta no tiene saneamientos en sus casas produciendo una riada de contaminación orgánica que vuelve a rehacer el ciclo de contaminación. Por esta causa 1,5 millones de niños mueren cada año de diarreas causadas por el agua en mal estado.
Mientras tanto los chinos compran lagos de aguas cristalinas en Canadá y venden participaciones sobre el agua que contienen.
En este mundo alocado en el que vivimos nos estamos jugando la supervivencia de la especie a veces tomando decisiones con una frivolidad asombrosa y las palabras del asesinado presidente norteamericanos John Fitzgerald Kennedy toman un nuevo sentido " Quién sea capaz de resolver los problemas del agua, merecerá dos premios Nobel, uno por la Paz y otro por la Ciencia".

                                                                                                     Donostia Julio 2017
                                                                                                                IZ
                                                                                                

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