Descrédito de un país

Tras años de bochornosos procesos a destacados políticos de la cúpula gobernante por gravísimos casos de corrupción, estos días el bochorno llega a la cima de la representación política, el la figura del presidente del ejecutivo del gobierno del Estado, que se sienta como testigo en otro juicio, el enésimo, en el que están implicados altos cargos del gobierno y del partido en el poder. A pesar de haberse anunciado a bombo y platillo un acuerdo, un gran pacto de Estado, para la transparencia de la TVE resulta curioso que a la primera de cambio esa misma TV omita la retransmisión de la comparecencia del presidente en los juzgados. Una auténtica tomadura de pelo.

No ha habido un sólo día en los últimos años que los informativos no hayan abierto con una noticia sobre la galopante corrupción en el país o sobre variopintas tramas financieras para el blanqueo de los capitales saqueados a los ciudadanos ante la pasividad general del país. Un ejército de corruptos envalentonados por la impunidad han anidado en la administración del Estado a todos los niveles imaginables y el dato escalofriante de que un partido tenga al 30% de sus cargos imputados por casos de corrupción, no ha impedido que ese mismo partido alcance cotas electorales importantes aún en los momentos de mayor presencia mediática del sainete saqueador.

En Europa asisten con perplejidad a esta situación propia de otras realidades políticas menos desarrolladas y se preguntan a donde están conduciendo los líderes actuales un país que completamente aborregado sigue a un líder sin liderazgo y sin carisma, marioneta de corporaciones y grupos de poder, que ha aprendido como un loro de feria una retaila de frases multiuso que se pueden aplicar a esta y aquella situación sin mayores problemas de adaptación. Una sola limitación priva a esta situación de convertirse en un sainete completo. El tal no es capaz de articular una sola sílaba en otro idioma que no sea el patrio y en el extranjero calla más allá de las gesticulaciones que realiza en compañía de otros líderes para que parezca que está charlando con ellos mientras están presentes las cámaras de los medios.

                                                         Turismo de borrachera 

Mientras todo esto ocurre se lanza una campaña mediatica por parte del gobierno que sobrepasa ampliamente el esperpento, equiparando la bajada del paro con hitos históricos varios, que poco o nada tienen que ver con los logros del gobierno en materia económica que básicamente han sido, la ruina progresiva del sistema de pensiones, la instalación de todos los trabajadores en la precariedad y el desamparo, la renuncia de que nuestro país tenga una presencia importante en la industria o la ciencia europea y en la creación masiva de trabajo de camareros. Los datos son mas que elocuentes. Por mucha creación de empleo que ha habido, la recaudación no se ha recuperado ni en el IRPF ni en las cuentas de la Seguridad Social y el país sigue instalado en un déficit importante y en la acumulación de deuda pública, espiral de la que no se puede salir generando empleo basura y abandonando sectores punteros de investigación y creación de nuestro mañana.

España es hoy un país desacreditado en toda Europa por su desastroso liderazgo político, por su ineficiencia a la hora de regenerar su situación económica más allá del maquillaje y por su presencia  masiva y reiterada en las páginas de sucesos europeas y americanas y haber alcanzado el dudoso honor de ser considerado el país más corrupto de Europa. Queda un fútbol también totalmente corrupto donde, ahí sí, somos los más grandes.  Salvados.

                                                                                                   Donostia Julio 2017
                                                                                                              IZ