Exconectados
¿Son las redes sociales tan dañinas como se denuncia ultimamente? ¿Están realmente alienándonos y alejándonos de nuestra humanidad? ¿Son solamente negocios de unos pocos explotando y alimentando nuestra soledad creciente?
A estas y a otras interesantes preguntas sobre las redes sociales da respuesta Enric Puig Punyet, doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona, en su libro "La gran adicción, ¿Cómo sobrevivir en Internet y no aislarse del mundo?". Hace tiempo Puig decidió cerrar sus cuentas en Facebook, Twitter y Linkedin y desinstalar las aplicaciones de su móvil que no fuesen esenciales para mantener una mínima comunicación. Llamó a sus amigos y les comunicó su decisión al tiempo que ponía en marcha una nueva forma de relacionarse con ellos de manera presencial.
No es el único. El movimiento Exconectados crece sin cesar y está plagado de nativos digitales que un día decidieron desconectar con este mundo digital que les había absorbido de tal forma que consideraban representaba un peligro para su vida de relaciones. Y no hablamos de adicciones patológicas sino de la toma de conciencia del abuso que realizamos de las redes en las que exponemos públicamente cualquier nimiedad de nuestras vidas. "No se trata de criticar a internet por sí misma sino de reflexionar sobre el uso que hacemos de ella, pensar en que se ha convertido, ser conscientes de que en muchas ocasiones tiene un carácter vampírico y parasitario". Internet tiene enormes aplicaciones que simplifican notablemente el trabajo y nos permiten realizar tareas que anteriormente consumían cantidad de nuestros recursos, pero actualmente las redes "nos ponen a su servicio nutriéndose de nuestros anhelos, de nuestros gustos y de nuestras soledades", señala Puig.
Por su parte el Nicholas Carr, educado en Harvard y Premio Pulitzer por sus publicaciones en el campo de la tecnología, en su libro "Superficiales ¿qué está haciendo internet con nuestras mentes" señala que uno de los efectos mas negativos de internet es que nos envía continuamente pequeñas píldoras de información lo que ha reducido notablemente nuestra capacidad de concentración en tareas tales como la lectura profunda. Los campos de la contemplación y concentración están siendo afectados por el uso de internet porque estamos alterando nuestros patrones de percepción. Los usuarios son mas impacientes cuando se topan con argumentos largos porque se han acostumbrado a recibir una información demasiado sintética que les perjudica cuando se necesita un mayor nivel de concentración en una lectura larga. Al mismo tiempo los usuarios adoptan un rol pasivo y se limitan mayormente a transmitir información disminuyendo así su capacidad para ser críticos y formular sus propias proposiciones.
La utilidad de internet no es cuestionable pero si que lo es la forma en la que la estamos utilizando. Como cualquier otro utensilio cotidiano la forma de usarlo condiciona de manera determinante en si se convierte o no en un problema.
"Hay una idea alarmista
de que todo el futuro
tiene que pasar por internet
el vínculo persona-red
es innecesario y no tenemos
porqué ser marcas personales"
Enric Puig
Donostia Octubre 2016
IZ
La utilidad de internet no es cuestionable pero si que lo es la forma en la que la estamos utilizando. Como cualquier otro utensilio cotidiano la forma de usarlo condiciona de manera determinante en si se convierte o no en un problema.
"Hay una idea alarmista
de que todo el futuro
tiene que pasar por internet
el vínculo persona-red
es innecesario y no tenemos
porqué ser marcas personales"
Enric Puig
Donostia Octubre 2016
IZ
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