La luz y la oscuridad
El conflicto que debe preocuparnos es entre Razón y Dogmatismo, entre
Tolerancia y Fanatismo, entre Intolerancia y Convivencia, entre
Libertad y Sumisión. Es un conflicto tan viejo como la humanidad y se
manifiesta, no sólo ni exclusivamente a través de las religiones, sino
en todos los ámbitos de la vida. Es un conflicto que no sólo enfrenta a
unas sociedades con otras, sino a la propia sociedad en su seno.
El
avance imparable de los movimientos radicales de diferente signo
totalitario en nuestras sociedades, y los conflictos con los
pensamientos fundamentalistas religiosos, son buen indicativo de este
problema. Ciertamente que cuando el conflicto se manifiesta en términos
directamente políticos o religiosos, suele tener más impacto social,
pero no por ello, sus manifestaciones en otros ámbitos sociales,
educativos y culturales, dejan de ser menos dañinas.
La facultad humana por excelencia es la razón. Razón simbolizada por la
Luz, quizás el símbolo más influyente en los seres humanos desde los
albores de la humanidad. La luz del sol, que permite ver a los demás,
que permite ver el camino, que deja atrás la inseguridad y los peligros
de la noche. La luz de la razón que dió nombre a ese periodo de la
historia que lleva su nombre. La Ilustración. Iluminación de la
humanidad, donde al amparo de una nueva actitud tan profundamente humana
como la Duda, acompañando al Pensamiento, se fundamentaron los cambios
de paradigma que han empujado nuestras sociedades hacia la actitud
científica, hacia el liberalismo político, en forma de soberanía del
pueblo e imperio de la Ley, y hacia los Estados de Bienestar en los que
hoy vivimos en occidente.
Es una lucha fundamental, silenciosa y cotidiana, en la que no cabe
inhibirse, porque las consecuencias de una claudicación nos afectarán a
todos.
Cuando defendemos el derecho de este o de aquél a expresar sus
críticas y sus opiniones, defendemos el fundamento de las actitudes que nos han traído
hasta aquí en la historia, y que nunca debemos dar por seguras, porque
las fuerzas que desean llevar nuestras sociedades hacia las tinieblas
del dogmatismo, el fanatismo y la sumisión están siempre acechando, no
ya a las puertas de nuestras sociedades, sino incluso desde su propio
seno.
Donostia Setiembre 2021
IZ
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