MARES DE BASURA
Dentro de las entradas que estamos dedicando al problema de la
contaminación en el planeta hoy hacemos referencia a los mares de la
basura y en concreto al Mar de la Basura
que se extiende en los límites fronterizos de Honduras y Guatemala en
el Mar Caribe y que amenaza con desencadenar un conflicto serio entre
ambos países.
Miles de toneladas de todo tipo de desechos flotan desafiantes en una
extensión equivalente a un país de mediano tamaño y en los mares del
mundo flotan plásticos suficientes como para cubrir un país como
Argentina. La situación es dramática y las micro partículas de plástico
empiezan a ser frecuentes en los sistemas digestivos de los peces, desde
dónde se extienden a toda la cadena trófica.
Se puede encontrar de todo en esta pocilga humana convertida también en
tumba ya que no es infrecuente encontrar cadáveres humanos.
La fotógrafa británica Caroline Power publicó varias tomas que mostraban las aguas cercanas a la isla turística de Roatán cubiertas de una costra de desechos mayoritariamente plásticos.
Este mar de basura centroamericano no es el único ni el peor. En medio
del pacífico flotan tranquilas millones de toneladas de residuos
plásticos que están produciendo como consecuencia más preocupante para
la humanidad un aumento espectacular de la contaminación en los
alimentos naturales, no sólo en los peces sino en todos los productos
que emplean materias primas marinas con el impacto que eso puede tener
en la salud de los consumidores.
Mares similares pueden ser encontrados en múltiples lugares como en
Filipinas según la ilustración que vemos más arriba. Al menos cinco
grandes islas de basura flotan en los diferentes mares del planeta
constituyendo por si mismos un tenebroso continente, aunque los
científicos alertan que la mayoría de los plásticos que inundan los
océanos quizás se hallen sumergidos.
En problema del abuso del plástico tiene que ser atacado de inmediato si
no queremos vernos sepultados por sus residuos en un futuro cercano.
Nuevos materiales biodegradables deben de ser desarrollados para evitar
esta proliferación de contaminación por plásticos, unos productos que
tardan en desaparecer entre 100 y 1.000 años según su composición.
Nanocelulosa, plásticos biodegradables producidos a partir de hongos,
materiales que combinan mejillones y seda, o plásticos a partir de las
patatas son nuevos materiales que poco a poco deben de ser impulsados
para poder hacer frente a este desafío que se revela crucial en el
futuro inmediato del planeta. De ellos hablaremos en próximas entradas
en este blog
Donostia Julio 2021
IZ
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