Memorias de una vaca (Bernardo Atxaga)
MEMORIAS DE UNA VACA
BERNARDO ATXAGA
MEMORIAS DE UNA VACA (Con la colaboración de Koro Lasa)
BERNARDO ATXAGA
MEMORIAS DE UNA VACA (Con la colaboración de Koro Lasa)
Es una obra que
se suele colocar en la categoría juvenil. No se termina de entender
cómo funcionan este tipo de clasificaciones, si por tema, por
sencillez de estructura, por simplicidad de vocabulario, facilidad de
lectura… A mí lo que me parecía
bueno cuando tenía 10 años, me sigue pareciendo bueno y me sigue
gustando.
La obra de Bernardo Atxaga, se sitúa en los
primeros años 40 del pasado siglo, en un pueblecito vasco de
montaña, muy próximo a la frontera. El espacio es completamente
realista y verosímil. No lo es tanto la narradora , la vaca Mo.
En este relato Atxaga utiliza su
propia versión de un género clásico, como ya lo hicieran Iriarte,
Lafontaine y otros. La fábula. Las vacas tienen voz, capacidad de razonar (
algunas ) y los defectos y virtudes de los humanos.
La obra tiene una
estructura circular : empieza y termina explicando porqué ha querido
escribir su autobiografía.
Utiliza un lenguaje
coloquial, con muchos juegos verbales.
La contaminación del
francés en el lenguaje de Sor Pauline Bernardette, es uno de esos
logradísimos juegos.
El estilo es directo :
las frases de los personajes se reproducen directamente.
Hay monólogo interior
cuando Mo habla consigo misma, con su yo interior : De esta manera
nos muestra el mundo de su conciencia, cómo se siente, cómo ve y
reflexiona sobre lo que está viendo, sus opiniones…Estas últimas,
a menudo expresadas por medio de refranes ( inventados o modificando
los conocidos ), que nos permiten seguir el hilo de los
acontecimientos.
En el inicio Mo narra
sus primeros años en Balanzategi; va entrando en contacto con los
distintos personajes y aprende a examinar el mundo, los
acontecimientos ; también aprende a razonar, a examinar sus virtudes
y sus defectos…
Pasa la mayor parte del
tiempo vigilando El Molino y sus ocupantes intentando desvelar el
misterio de Balanzategi.
Valora la amistad con su
vaca amiga, La Vache qui rit, vaca rebelde y con espíritu de jabalí.
Junto a ella descubrirá lo que ocurre en Balanzategi.
En la parte central de
las memorias, los acontecimientos se precipitan , Mo se escapa al
monte y vive varias aventuras junto a la Vache, hasta que ambas se
separan.
En el desenlace
conocemos a Sor Pauline Bernardette y la vida que llevará Mo con
ella hasta el momento final de sus memorias.
Hemos dicho que es una fábula . Quizá es un símbolo de entorno
humilde y sin pretensiones, que no pretende grandes gestas ni recurre
a pasadas glorias, pero que valora su independencia reflexiva y
moral.
Mo considera que las
vacas, ser vaca, no es algo de lo que sentirse orgullosa ; no es
respetada por nadie y lleva una vida monótona y sin alicientes.
También considera que las vacas no son animales muy inteligentes y,
sin embargo, ella se atreve a saber.
Yo creo que ahí reside
la moreleja que contiene toda fábula.
IZ
Donostia Diciembre de 2018
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