El largo camino hacia la libertad II
Tengo sobre la palma de mi mano un pequeño libro de bolsillo de
tapas blandas, editado por las Naciones Unidas bajo el titulo de
“Declaración universal de los derechos humanos”. El título
viene acompañado por un lema interesante y sugestivo. Dignidad y
justicia para todos.
Que en un espacio tan reducido como la palma de mi mano quepan mas
de dos siglos de lucha por el desarrollo de los derechos humanos,
creo que es una buena metáfora, porque como ya os comenté en el
programa anterior, en el oceano del tiempo la historia de nuestros
derechos no es mas que una mínima parte, apenas una pequeña una
isla que debemos defender a toda costa.
Esta declaracion de la onu fue aprobada el 10 de diciembre de 1948 en
una ciudad tan simbólica para la libertad como paris. consta de
treinta artículos que iremos conociendo y que nos servirán de guía,
a lo largo de los próximos programas. Conoceremos asi el arduo
camino que hemos tenido que recorrer para que cada uno de ellos se
vaya materializando en nuestras sociedades aunque siempre debeis
recordar que en una parte muy importante del planeta estos derechos
no son respetados.
Su primer artículo dice así. “ Todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de
razón y conciencia deben comportarse fraternalmente los unos con los
otros” Os decía en el anterior programa la importante influencia
del trilema liberal francés “Libertad Igualdad y Fraternidad”
iba a tener en el desarrollo futuro de las libertades y este primer
articulo de la declaracion de 1948 sustancia perfectamente esa
influencia, declarando a los seres humanos libres e iguales y
demandándoles un comportamiento fraternal en virtud de su razón y
de su conciencia.
Pero como ya hemos dicho, esta no fue la primera declaracion de
derechos. Antes que ella tiene una merecida fama la declaración de
los derechos del hombre y del ciudadano realizada durante la
revolución francesa. Una declaración que ya era en su primera
formulación un documento muy parecido al que luego será recogido
la declaración de las naciones unidas.
Esta declaracion francesa fue aprobada tambien en paris por la Asamblea Nacional francesa el 26 de agosto de 1789, escasamente un
mes y medio despues de la toma de la bastilla. Tiene como aspecto
importantisimo que la misma fue complementada en 1791 por la
declaracion de derechos de la mujer y de la ciudadana primer
documento con el que las mujeres entran en la historia de los
derechos humanos.
La declaracion francesa de los derechos humanos constaba de 17
articulos y aunque fue brevemente abolida por el consistorio de 1794,
formó parte integral de las constituciones francesas de 1795, 1946 y
1958.
En cualquier caso la primera declaración de derechos realizada en el
mundo no fue la francesa. Ese honor corresponde a la declaración de
independencia de los estados unidos de América que fue la primera
república liberal de la historia. No fue una declaracion formal y
explicita como la francesa, pero es la primera vez que los derechos
humanos se ven reflejados en un texto fundacional de un estado
moderno.
Voy a leeros el comienzo de la proclamación de independencia
americana, que contiene esa primera declaración de derechos y que es
el embrión que tras dos siglos de lucha sin cuartel por la
conquista de cada una de las libertades devendra en la declaracion de
los derechos de las Naciones Unidas de 1948 con el que hemos iniciado
este programa.
Os leo un pequeño fragmento de esa declaración realizada por los
estadounidenses el 4 de julio de 1776.
“ Consideramos evidentes por si
mismas las siguientes verdades: que todos
los hombres han sido creados
iguales, que han sido provistos por su
creador de ciertos derechos
inalienables, entre los que se encuentran, la vida,
la libertad y el fomento de
la felicidad; que para asegurar estos derechos se
han instituido gobiernos
entre los hombres, gobiernos que derivan sus poderes
legítimos del consentimiento
otorgado por sus gobernados; que cuando una
forma de gobierno es
perjudicial para estos fines, el pueblo tiene derecho a
cambiarla, abolirla, y a
establecer un nuevo gobierno que se base en principios
tales y organice su poder en
forma tal que resulte la más apropiada para
procurar
su seguridad y felicidad”
No sé como os ha sonado esto. interesante. sugerente.
sorprendente. hoy amigos, esta declaracion es todavía revolucionaria
en muchas partes del mundo.
Voy a proponeros ahora un pequeño juego para intentar
comprender la magnitud de los cambios que supuso esta declaracion.
Vamos a cerrar los ojos y vamos a intentar por un
momento ponernos mentalmente en situación.
Estamos en 1776, somos ese noventa y nueve por ciento de
pueblo llano, nuestra esperanza de vida es escandalosamente baja
apenas treinta y cinco años. vivimos en unas condiciones precarias.
no tenemos luz, no tenemos saneamiento, ninguna comodidad en nuestras
casas, nos matamos a trabajar para justamente comer, por supuesto no
tenemos educacion, ni tenemos sanidad.
Somos los subditos olvidados de un rey absolutista
acostumbrado a hacer lo que le plazca con la vida o con las haciendas
de los demás. si le apetece una mujer la coge, si le apetece una
finca la requisa, sin alguien le disgusta se lo quita del medio y
todo ello rodeado de una corte de validos y aduladores que apoyan
todo lo que hace.
Repentinamente un grupo de hombres y mujeres en un extremo
del mundo exclama “Todo orden politico esta basado en la soberania
del pueblo” “Todos los seres humanos son libres e iguales”
“Tienen derecho a elegir gobiernos” y ademas “tienen derecho a
quitarlos” y la guinda “Tienen derecho a ser felices” .
La cara que se les debió de quedar a todos estos reyes
absolutistas debió de ser digna de verse. Aquellos malditos
apestosos que poblaban las ciudades se permitían hablarles a ellos,
reyes por derecho divino, de soberania popular, de republicas, de
elecciones, de derechos, de vivir mejor, de buscar la felicidad.
Amigos radioyentes estos señores que proclamaron por
primera vez nuestros derechos individuales y colectivos, eran unos
marcianos de su época, unos gigantes de la historia que vieron la
oportunidad de cambiarla y lo hicieron. No fue facil los
absolutistas se resistieron. ¿como no? se les acababa el
chiringuito. Habia que acabar a toda costa con toda aquella plaga
liberal.
Y así cominenzan las revoluciones liberales del siglo
xix que trataron, paso a paso, de ir covirtiendo en realidad
aquellos bellos deseos plasmados en las declaraciones de derechos.
En los proximos programas iremos estudiando el arduo y
tortuoso camino que hemos tenido que recorrer para alcanzar el actual
grado de desarrollo de nuestras libertades e iremos desgranando como
se fueron desarrollando los derechos individuales y colectivos a lo
largo especialmente del siglo XIX, hasta que las revoluciones
liberales choquen, esta vez, con las utopias totalitarias del siglo XX
que nuevamente trataran de sojuzgar a los seres humanos.
Pero esa amigos es otra historia.
Donostia Noviembre 2017
IZ
IZ
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