Las Puertas de Europa ¿Qué fue de la Fraternidad?
A:.L::G:.D:.G:.A:.D:.U:.
S:.G:.M:. de la
G:.L:.S:.E:., DIGNIDADES AL ORIENTE, HERMANOS DE LA GRAN LOGIA
SIMBÓLICA ESPAÑOLA EN VUESTROS GRADOS Y CALIDADES.
L:.I:.F:.
LAS PUERTAS DE EUROPA ¿QUÉ FUE DE LA
FRATERNIDAD?
Gran
Líder Ataturk,
Te pedimos perdón
Si hubiésemos sabido entender el significado más profundo de tus palabras y frases, en lugar de utilizarlos como consignas decorativas
Si hubiesemos
sabido apreciar cómo la vida se enriquece a partir de la observación
de tus principios, hubiésemos podido unirnos en un abrazo más
fraternal y haber superado nuestras diferencias.
Si hubiesemos
sabido entender mejor en los principios de la paz universal, si
hubiesemos entendido e interpretado mejor tu voluntad, siempre dando
prioridad a la paz sobre la guerra; a la vida sobre la muerte.
Si hubiesemos sabido entender la riqueza que surge de las diferencias de raza, de religión, de idioma, de sexo. Si hubiesemos sabido apreciar mejor la libertad de la mujer, y entender que somos iguales y complementarios
Si hubiesemos sabido entender la riqueza que surge de las diferencias de raza, de religión, de idioma, de sexo. Si hubiesemos sabido apreciar mejor la libertad de la mujer, y entender que somos iguales y complementarios
Si hubiésemos
entendido que la laicidad era necesaria para ponernos a salvo de
aquellos que utilizan erróneamente las proposiciones religiosas
para conseguir el poder institucional.
No hubiesemos visto
la zozobra de nuestro país en este año
Esta voz pesarosa, apesadumbrada y derrotada surge
de las Puertas de Europa, de los masones turcos unidos, que piden
perdón a Kemal Ataturk ante su mausoleo por haber dilapidado su
herencia, por no haber sabido mantener las ideas de la Masonería,
por no haber trabajado suficiente desde sus logias y por haber dejado
un país, rendido al dogmatismo religioso de Erdogan y sus
islamistas, de Gülen y sus infiltrados en los aparatos del Estado,
esos aparatos laicos que ahora depura Erdogan antes de retraer
Turquía a un sultanato con mera apariencia democrática.
¿Tendremos acaso nosotros, masones europeos que
pedir perdón en un futuro más o menos lejano, por no haber
defendido con la suficiente energía, dedicación y convicción, o no
haber sabido explicar?
- Que buscar la libertad es nuestra esencia como seres humanos, nuestra máxima virtud. Que para ser libre hay que conocer y respetar la libertad de los demás. Que no es libre quien hace lo que quiere sino quien conoce los límites de su propia libertad.
- Que la Igualdad es sobre todo una actitud vital hacia el otro. Una actitud que conlleva, como punto paradójico de partida, la aceptación profunda de las diferencias entre los seres humanos. Que sólo desde el respeto profundo a esa diversidad de sexos, razas, orígenes, religiones o capacidades intelectuales, es posible construir un esquema de Igualdad en el marco de la sociedad. Que la Igualdad es la actitud de los seres humanos hacia los demás, para evitar que esas características particulares y diferenciadoras de cada ser humano se conviertan en vehículo de exclusión social.
Aceptar la
igualdad como virtud capital es uno de los actos mas nobles de la
conducta humana y especialmente de la conducta masónica.
Decidme
hermanos;
¿Qué es la
Fraternidad sino la capacidad del ser humano para ponerse en el lugar
de los demás? ¿Qué nos hace más humanos que eso?
La Libertad
y la Igualdad son importantes pero la Fraternidad es la virtud
masónica por excelencia. Ser tan humanos que nos pongamos en el
lugar de quienes no tienen salud, de los que no tienen acceso a la
educación, de los que no tienen medios para alimentar a sus familia,
de los desamparados, de los que huyen de la muerte y de la represión.
Sí, de todos ellos. No de unos sí y de otros no. De todos. Por eso
la Fraternidad esta en la base del triángulo equilátero que soporta
las otras virtudes masónicas. Es la esencia del humanismo, de
nuestras más profundas convicciones respecto al ser humano No hay
excusas. ¿La tantas veces invocada falta de recursos quizás? Pues
para la guerra sobran. Si hay algún defict, si lo hay
verdaderamente, es un déficit de decencia y de actitud humana. ¿Es
más dificil? Sí lo es pero nadie dijo que el camino de la
fraternidad fuese fácil.
La
Fraternidad es esa actitud vital de compromiso entre los seres
humanos para comprender y aceptar su destino común en el mundo, para
compartir sus grandezas y mitigar sus miserias como especie, y para
caminar unidos en la aventura de la vida. Siempre comprometidos con
el principio
del
Bien Común.
Decía
nuestro amado y respetado Spinoza, que la virtud es potencia de ser,
que la virtud del cuchillo es poder cortar. ¿Cuál será entonces
nuestra virtud esencial, sino ser humanos y comportarnos como un
seres humanos?
Sí
hermanos, como no nos cansamos de repetir a nuestros aprendices y a
nuestros compañeros y entre nosotros los maestros; lo que haces te
hace. ¿Cuáles serán entonces las virtudes que debamos trabajar
para perfeccionarnos como seres humanos? Esta claro que no pueden
ser otras que las que nos conducen hacia nuestra humanidad, hacia
nuestra propia excelencia y nos alejan del animal que llevamos
dentro. Aquí no puede haber trampas, ni sofismos, ni silogismos, ni
dudas, ni reservas mentales de ninguna clase, como dice nuestro
ritual de iniciación cuando juramos servir a los principios
masónicos. “Sin
reservas mentales de ningún tipo”.
Esto no es un juego, aunque esté en juego nuestro futuro y el futuro
de nuestros hijos.
¿Cómo nos
haremos entonces más libres, más iguales y más fraternales?
¿Acaso
cerrando las puertas?, porque cuando las cerramos, no se las cerramos
a ellos, sino a nuestra humanidad. ¿Acaso despreciando la libertad?
No nos engañemos. Si actuamos así, no estaremos cercenando la
libertad de otros, sino la nuestra ¿Quizás ignorando lo que nos
hace maravillosamente diferentes? ¿Nos hemos olvidado tan pronto de
que nosotros fuimos los diferentes en otro tiempo no muy lejanos?
Yo también
te pido perdón hermano Ataturk, porque quizás no fui lo
suficientemente masón para entender tu trabajo en su plena
dimensión, para defender que debíamos reforzar tu trabajo con la
pertenencia a Europa de tu país y perseverar en los principios que
nos hicieron fuertes como Europeos, para defendernos de los
contravalores de nuestra época, para defendernos del dogmatismo,
del fanatismo, de la insolidaridad. Te pido perdón, porque quizás
no entendí completamente el principio de que lo que haces te hace, y
me hice débil en la discordia interna, poco fraternal en la renuncia
a nuestros sueños, y acomodaticio en el trabajo diario.
La
Masonería tiene un conocimiento secreto. Pero no es un conocimiento
metafísico. No son palabras sagradas, ni recetas mágicas. Es un
secreto que se concreta en el conocimiento profundo de los elementos
que pueden transmutar a un ser humano y nada nos transmuta más, que
hacer lo que debemos en toda circunstancia. Vivimos en Europa una
marea de pusilanimidad, de abandono, de dudas y desesperanza y frente
a ella nosotros los masones tenemos la obligación de recordar los
valores que nos hicieron fuertes tras los desastres de las guerras,
guerras que no lo olvidemos nacieron de los populismos de hace un
siglo. No podemos perder esta batalla de las ideas hermanos.
Es en
nuestras simples y potentes manos, donde reside todo el poder que la
Masonería nos propone, por si tenemos la suficiente valentía para
aceptar el desafío. Lo que haces te hace. No cerremos las puertas a
nuestra humanidad. Defendamos nuestros principios con valentía,
practiquemos nuestras virtudes con orgullo y trabajemos nuestros
valores con honestidad y dejaremos de sentir los miedos que nos
atenazan, porque nuestra fuerza como continente proviene de nuestras
grandes ideas y de nuestras profundas convicciones.
He
dicho y es cuanto.
Respetable Logia
Altuna nº 52
Iñaki Zuloaga
Alberdi
Muy interesante texto, me ha gustado eso de ponerse en lugar de los otros, no de unos sí y de otros no, sino de todos. Es lo que el budismo llama "ecuanimidad" y que recuerda lo que Fromm, citando a Eckhart, decía, en su famoso "El arte de amar", que "amar a todos como a ti mismo" supone no excluir a nadie de ese amor (entendido, claro está, como una actitud, no como un sentimiento). Sería muy positivo partir de esa "fraternidad ecuánime" para analizar las situaciones sociales que nos rodean.
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