Juegos peligrosos
Hoy hace setenta y dos años Japón se rindió y termino la II Guerra Mundial en el frente del Pacífico. Dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki acabaron con cualquier intento de continuar la contienda y convertir Japón en un bastión que los americanos tendrían que conquistar isla a isla. Necesidades estratégicas y las innegables ganas norteamericanas de conocer sobre el terreno las consecuencias de una deflagración atómica precipitaron este momento trágico de la historia. Hiro Ito el emperador sagrado hablaría a los japoneses por radio dos días después consumando así la rendición y la mayor de las humillaciones para la nación japonesa. Sin duda alguna Corea del Norte no es Japón. El conflicto que pudiera surgir entre esta dictadura caricaturesca y los Estados Unidos tendría nada que ver con aquél conflicto pavoroso que fue la 2ª Guerra Mundial, pero lo que para cualquier presidente norteamericano sería un asunto serio pero acotable con el que se mostraría fir...