El largo camino hacia la Libertad V
Ya
hemos hablado de dos de las tres virtudes publicas del trilema
liberal. Nos falta por tanto hablar de la tercera de ellas. La
fraternidad.
Afecto y confianza propia
de hermanos o de personas que se tratan como hermanos. Esta es la
definición más comúnmente aceptada de fraternidad.
Pero yo os pregunto a
quienes escucháis este programa.
¿Qué
es la fraternidad sino la capacidad del ser humano para ponerse en el
lugar de los demás? para ponerse en el lugar de quien no tiene
educación, de quien no tiene salud, de quien no puede alimentar a sus
hijos, de los desamparados, de los que huyen de la muerte y de la
represión
Decía
nuestro amado y respetado Baruch Spinoza, que la virtud es potencia
de ser, ser aquello para lo que hemos sido hechos y si la virtud
del cuchillo es poder cortar porque para ello fue hecho. ¿Cuál será
entonces la virtud del ser humano, sino ser eso precisamente eso, humano y comportarse como un humano? ¿Qué nos hermana más que
eso? ¿Qué nos hace más humanos que ponernos en el lugar del otro?
Sí
amigos hablar de fraternidad es hablar de humanidad.
La fraternidad es esa actitud vital de compromiso
entre los seres humanos para comprender y aceptar su destino común en
el mundo, para compartir sus grandezas y mitigar sus miserias como
especie, y para caminar unidos en la aventura de la vida siempre
comprometidos con el principio del bien común.
Hermano
para siempre https://www.youtube.com/watch?v=eeh6ohx-jn0
La fraternidad va mucho mas allá de la
sangre.
La fraternidad universal que promovieron nuestros antepasados, además de asegurar el ejercicio de la libertad e impulsar las actitudes de igualdad en la sociedad, anunciaba una fraternidad que iba más allá de la familia o de la actitud personal. Querían también que esos postulados personales, fuesen asumidos de manera colectiva y se alcanzase el consenso social necesario para la creación de los estados del bienestar, esos estados socialmente avanzados, que principalmente en Europa, hemos ido construyendo para que aportando entre todos, proveamos las necesidades básicas de la sociedad en la que vivimos. Una educación pública, laica, universal y gratuita. Un sistema estatal de salud universal y gratuito. Un sistema de seguridad pública que permite el libre ejercicio de la libertad. Un sistema público de pensiones para poder sentir la seguridad del futuro cuando termina la vida laboral. Un sistema de formación continua que fomente la empleabilidad. un sistema público de empleo que permita a las personas reiniciar sus vidas cuando las empresas en las que trabajan pasen por dificultades. Un sistema asistencial, que prevenga la exclusión social e intente recuperar a las personas que han caído en ella..
Todas estas acciones que nuestros antecesores
tuvieron claras, al amparo de un humanismo en el que las personas
eran lo mas importante y el centro de la vida económica, social y
cultural, atraviesa por graves problemas. recortes importantes de las
prestaciones y servicios deficientemente desarrollados están en la
base de los malos momentos de nuestros sistemas de bienestar social.
Blade runner https://www.youtube.com/watch?v=irud2daz5q8
(1 m 30”)
¿Qué mundo queremos?
Las nuevas ideologías economicistas, no creen ni
desean un ser humano con consciencia colectiva, formado y pensante.
quieren un ser humano hiperespecializado, individualista, consumidor
e insolidario. Lo que ese fracaso del humanismo llamado Donald Trump
llama un ganador. Como ya ocurre en los Estados Unidos, los apóstoles
de este nuevo orden no quieren un estado de bienestar, sino un
sistema privado de servicios sólo accesibles a quien pueda pagarlos.
un tinglado para hacer de las necesidades básicas de los seres
humanos un mero negocio.
Quienes así piensan y actúan, socavan los
principios de la fraternidad para sustituirlos por un sistema de
caridad que pueda aliviar las consciencias de los ricos, poderosos y
favorecidos del sistema que en su gran magnanimidad tienen a bien
ocuparse de los pobres, entre el viaje a Tahití y la temporada de
compras en Londres.
Quiero detenerme en este punto para hablar de la Caridad que nos es muy querida. además es insustituible, incluso en
el sistema de bienestar mas sofisticado para llegar allí dónde este
no llega. La caridad, el amor y la conmiseración por los semejantes
son actitudes básicas en el humanismo y por tanto las defendemos
como importantes en las relaciones humanas, pero no pueden ni deben
ser el único modo de atender las necesidades de los desfavorecidos.
Reforzar los Estados del Bienestar en lugar de
vaciarlos de contenido es lo que debemos demandar como ciudadanos al
tiempo que despreciamos por insolidarias aquellas opciones basadas en
estos nuevos principios deshumanizadores de nuestras sociedades.
Nuestro trilema liberal, descansa sobre un triángulo
equilátero en cuya base está la Fraternidad. Sobre ella se
sustentan, al mismo tiempo que convergen sobre el ángulo superior,
la Libertad y la Igualdad. Esta colocación de los postulados del
trilema liberal, no es baladí y nos enseña, que aún siendo igual
de importantes, todos los conceptos descansan simbólicamente sobre
la Fraternidad universal.
I don´t want to miss a thing
https://www.youtube.com/watch?v=1jj_mobwxny
Una bella
balada de Aerosmith que nos habla del amor romántico. Pero el amor
es mucho más que el amor romántico o incluso que el amor a la
familia. Su forma suprema es la capacidad del ser humano de amar a su
prójimo sin necesidad de tener otro vinculo que su humanidad. Esa es
la grandeza de el mas noble de los sentimientos humanos, el que nos
hace realmente humanos.
Bueno
amigos nos vemos pronto
Donostia Febrero 2018
Iñaki Zuloaga
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